Elección de dirigencia nacional del PAN, divide más, a ese partido

Lunes, 12 Noviembre 2018 16:16 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

          La elección de Marko Cortés, como dirigente nacional del PAN, ha dejado mucho más dividido a ese partido, que cuenta con una militancia apenas suficiente para mantener su registro.

          El candidato opositor a Marko, del grupo de Ricardo Anaya, ex candidato a la Presidencia de la República, dijo que su triunfo había sido fraudulento y rechazó la invitación que le hizo el candidato triunfante para colocarlo en una posición dentro de la dirigencia panista, al tiempo que señaló que va a reflexionar sobre su permanencia en el partido, fundado por su abuelo don Manuel Gómez Morín o si renuncia a su militancia.

          Felipe Calderón Hinojosa, ex Presidente de la República, al parecer ya había reflexionado con anterioridad sobre ese asunto, y después de votar por Manuel Gómez Morín Martínez, el candidato opositor a Marko Cortés, anunció su renuncia al partido al que perteneció su padre, el maestro Luis Calderón Vega  y al que él mismo se afilió hace 38 años.

          Visiblemente molesto Felipe Calderón dijo que el nuevo dirigente panista Marko Cortés, es deshonesto y falso y que encabeza una camarilla que pretende apoderarse del PAN (de hecho ya se apoderó) para convertirlo en un satélite del PRI o de Morena, según sea el caso.

          Mencionó a los que según él forman parte de esa camarilla, entre los que está, según dicho del ex presidente, el ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien por cierto estaba en el festejo del triunfo de Marko Cortés y se perfila, como se anunció hace varias semanas, como coordinador de la fracción panista en el Senado de la República.

         Con anterioridad el propio Gómez Morín Martínez, el candidato perdedor en la contienda interna de Acción Nacional, respondiendo en una entrevista televisiva a una pregunta sobre qué le diría a Moreno Valle, había contestado: “Que ya deje en paz al PAN”.

         En la entrevista que le hicieron varios medios al ex presidente Calderón, después de su renuncia, demostró tener mala memoria y no ser partidario de la autocrítica, como generalmente no lo son todos los políticos mexicanos.

         Criticó que en el PAN, haya anti-democracia para la selección de candidatos a puestos de elección popular y para puestos de dirigencia del partido.

         Se olvidó olímpicamente, que él corrió a Manuel Espino, como dirigente nacional de su partido, aprovechándose de ser el Presidente de la República y que impuso contra viento y marea durante su periodo, a dos muchachitos sin oficio político y alocados con el poder que sin ningún mérito, habían adquirido, llegado a dirigir nacionalmente al partido de oposición más antiguo de nuestro país, solo por la voluntad omnímoda del “señor presidente”.

         Dijo que la caída del PAN en los últimos años, se debió a la no participación de las bases en la selección de candidatos olvidándose de que durante su gobierno, él mismo dominó al partido que lo llevó al poder e impuso sin ningún miramiento a los candidatos y a los dirigentes que le vinieron en gana.

         Manuel Espino, el dirigente nacional panista que públicamente lo llamó ante sus correligionarios y entonces candidato presidencial: “Ese chaparrito, pelón, de lentes”, advirtió el peligro que significaba la apertura indiscriminada a nuevos militantes de Acción Nacional, pues habían llegado ya dos corrientes de “neopanistas”, una de empresarios enojados por la nacionalización de la banca y otra de militantes del PRI, del PRD y de otros partidos, enojados por no haber sido tomados en cuenta para alguna candidatura a puestos de elección popular.

          Dijo Espino : “No por alcanzar el poder, vayamos a perder al partido”. Los neopanistas alcanzaron el poder dos veces y decepcionaron tanto al electorado, que la primera vez fue un triunfo legítimo, la segunda vez fue un triunfo raquítico y muy cuestionado y ya no hubo tercera vez, pues su descenso fue tal, que quedó en tercer lugar de la votación.

          Seguramente saldrán muchos más personajes del partido de la derecha, pues Calderón Hinojosa, ha anunciado la creación de un nuevo partido, junto con su esposa Margarita Zavala, que ya había renunciado antes.

          Crear un partido político nuevo y de derecha,  es una pésima idea. Pero los mayores enemigos de la realidad, son los políticos. Siempre van contra ella.

          En estos momentos, todos los partidos mexicanos están en crisis. Todos han perdido su identidad, porque han olvidado la ideología que pregonaron al principio de su existencia.

          Parecen no darse cuenta, o no querer darse cuenta, de que el neoliberalismo rampante, que impusieron en el mundo la fallecida primera ministra de Inglaterra, Margaret Teacher y el presidente gringo Reagan y que impuso en México, el grupo de tecnócratas doctorados en prestigiosas universidade estadounidenses que capitaneaba Carlos Salinas de Gortari, vino a descomponerlo todo.

         Sacaron a los políticos tradicionales surgidos de la Revolución Mexicana, para sustituirlos por tecnócratas, desconocedores de nuestra historia y de nuestra realidad como pueblo.

          Salinas incluso quiso sustituir al PRI con un nuevo partido de su propiedad, que se llamaría “Solidaridad”, pero no le alcanzó el tiempo. Solo pudo destruir a la CNOP, desorganizar al movimiento obrero y anular políticamente al sector campesino. El derrumbe que el primero de julio de este año tuvo el PRI en todo el país, es consecuencia de esa perversa política salinista.

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