La faceta desconocida del COVID-19

Lunes, 30 Marzo 2020 20:19 Escrito por Laura Cruz Cacho | Corresponsal | @cruzlauc

El brote de SARS-CoV-2, mejor conocido como coronavirus por la estructura de sus extensiones, semejantes a la corona solar, apareció en China en diciembre pasado, provocando una afección respiratoria llamada COVID-19. Tras su pronta diseminación por el mundo, el pasado 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a esta enfermedad como pandemia global, en razón de su capacidad de contagio a la población en general, y considerando su propagación como una emergencia sanitaria.

De acuerdo con reportes de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EE.UU.), autoridades locales y la última actualización al 30 de marzo de 2020, a nivel global hay 777 mil 286 personas contagiadas y se han suscitado 37 mil 140 decesos, con un índice de letalidad de 4.7 por ciento.

En la Ciudad de México, voceros de la Secretaría de Salud dieron a conocer que una vez entrados en la Fase 2, implica la transmisión comunitaria del virus, la cifra total de personas confirmadas que lo portan es de 993, de las cuales se han presentado 20 defunciones, hasta el 29 de marzo del 2020.

Vamos por pasos

Qué es un virus

Labcitec [1], empresa dedicada a brindar servicios de consultoría en ingeniería y a desarrollar y distribuir productos para la investigación, define virus como partículas compuestas de material genético (DNA/RNA) protegido por un envoltorio proteico, que pueden causar diversas enfermedades, introduciéndose como parásitos en una célula para reproducirse en ella.

¿Cuántos virus infectan al ser humano?



Fuente: Gráfico de Labcitec

¿Quién fue el responsable: el murciélago o el pangolín?

Estos virus se han caracterizado por transmitirse de los animales al ser humano.[2] A pesar de que muchos científicos sospechan del murciélago y su consumo como alimento en China como la principal causa de este contagio, estudios recientes apuntan que los coronavirus detectados en un pequeño número de pangolines (animales mamíferos que son capaces de enrollarse sobre sí mismos con una fuerte coraza), introducidos de contrabando en este país asiático, están estrechamente relacionados con el inicio de la pandemia de SARS-CoV-2, según pone de manifiesto un artículo titulado Identifying SARS-CoV-2 related coronaviruses in Malayan pangolins, publicado en la prestigiada revista Nature.[3]



Cómo infecta el virus

A pesar que no se tiene completamente establecido el proceso de replicación del coronavirus, al ser muy parecido a los agentes causantes de las enfermedades SARS y MERS, se puede inferir que su ciclo de infección es muy semejante al de estos dos tipos de virus.

Tiempo estimado de incubación

Se ha comprobado que el tiempo medio de incubación del virus en un ser humano es de alrededor de 5.5 días, una vez que se ha tenido contacto con las secreciones de un sujeto infectado. El tiempo que tarda una persona en presentar síntomas del mal puede variar de 8.3 a 15.6 días, aunque es posible que haya individuos que exhiban tiempos de incubación más largos, e incluso que estén infectados y no manifiesten los síntomas.

El COVID-19 le brinda un respiro al planeta tierra

Es un hecho que el mundo entero está devastado por el COVID 19: Los líderes de las naciones están tomando medidas estrictas para proteger a los ciudadanos, reducir los contagios y así evitar defunciones; las Pymes están ajustando sus estrategias para que la epidemia no les ocasione pérdidas en sus ventas o las orille a un posible quiebre; y la gente está tomando providencias, todo lo cual ha derivado en una crisis económica, entre otras amenazas, aunque por otro lado el resguardo de seres humanos en sus domicilios provocado por la diseminación del COVID-19, probablemente ha incidido de manera positiva en los efectos del cambio climático.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), organización de conservación con un enfoque científico, define al cambio climático como la variación en el clima atribuida directa o indirectamente a las actividades humanas que alteran la composición global de la atmósfera y la variabilidad climática comparada con otros periodos de tiempo.[4]

Por su parte, Greenpeace, entidad internacional ecologista y pacifista, económica y políticamente independiente, advierte que el cambio climático es el mal de nuestro tiempo y sus consecuencias pueden ser catastróficas si no se reduce drásticamente la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero. Las repercusiones del cambio climático ya son perceptibles y evidentes a partir de los siguientes datos:

•    La temperatura media mundial ha aumentado ya 1.1°C, desde la época preindustrial
•    El lustro 2015-2019, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), será probablemente el quinquenio más cálido jamás registrado
•    El nivel del mar se incrementó a una tasa de 5 mm al año, durante el período 2014 -2019

De la misma manera, los efectos económicos y sociales serán cada vez más graves:

•    Deterioro en las cosechas y en la producción alimentaria
•    Sequías
•    Riesgos a la salud
•    Fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas y huracanes, mega-incendios
•    En los peores escenarios, los expertos anticipan un posible aumento de 4.8 °C de la temperatura para el final de siglo

La otra cara del COVID-19

No obstante, el cierre de fábricas y el vacío de calles y autopistas son factores que se repiten en todo el mundo a medida que la pandemia de coronavirus avanza. El parón brusco de las actividades humanas tiene, paradójicamente, un gran beneficiado: el medio ambiente.

Indirectamente, el coronavirus ha reducido la contaminación del aire en Europa, como lo comprueban las imágenes obtenidas por el satélite Copernicus Sentinel-5P l. Las más recientes fotografías publicadas por la Agencia Espacial Europea (ASE, por sus siglas en francés) ilustran perfectamente la disminución significativa de las concentraciones de dióxido de nitrógeno en grandes ciudades como París, Milán y Madrid, entre el 14 al 25 de marzo de 2020, coincidiendo precisamente con el inicio de la cuarentena en Francia, Italia y España.

“Al combinar datos durante un período específico de tiempo, 10 días en este caso, de la variabilidad meteorológica comenzamos a ver el impacto de los cambios debido a la actividad humana”, declara Henk Eskes, del Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos (KNMI, por sus siglas en inglés). Aun así, advierte el experto, la química en nuestra atmósfera no es lineal, por lo que la caída porcentual de las concentraciones de estos agentes contaminantes podría diferir algo al de la reducción de las emisiones.[5]

A lo largo de todo el mes de febrero de 2020, como otro ejemplo, el primero del largo confinamiento que lleva la provincia china de Hubei, el promedio de días sin contaminación atmosférica aumentó 21,5%, en comparación con las mismas fechas del año anterior, según un informe del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente de China.[6]

¿La Inteligencia Artificial predijo el coronavirus?

Sí, la startup canadiense BlueDot, especializada en monitorear la dispersión de enfermedades infecciosas, desarrolló un algoritmo y descubrió el brote. Por ello, dio aviso de la noticia a sus clientes antes de que se hicieran públicos los primeros casos del virus en Wuhan, informó Wired, una de las revistas de información tecnológica más importante en Estados Unidos.

Su estrategia para hacer una predicción sobre la dispersión del virus se basó en recopilar y analizar información de noticias publicadas en webs informativas y periódicos en más de 30 idiomas diferentes. Además, el algoritmo incluye declaraciones de diferentes organizaciones oficiales de salud pública, datos demográficos, medios digitales y de boletos de diferentes aerolíneas y redes sociales, entre otros.

En este caso, el sistema de IA de BlueDot pronosticó correctamente que el virus saltaría de Wuhan a Bangkok, Seúl, Taipéi y Tokio en los días posteriores a su aparición inicial. Sin embargo, no se tomaron las medidas pertinentes a tiempo. Aun así, esta información puede utilizarse en un futuro para que se envíe un informe a funcionarios de salud pública de países, así como a aerolíneas y hospitales.

Fuentes

[1] Labcitec tiene colaboradores que poseen distintas habilidades formativas como: Ingeniería, Ciencias Bioquímicas, Arte y Diseño, Arquitectura, Sistemas Computacionales, Mecatrónica, Física y Matemáticas, obtenidas en diferentes instituciones educativas del país: IPN, UNAM, UAM, UAEM, ITESM, UVM, etc.
[2] https://www.nature.com/articles/s41564-020-0695-z
[3] https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/pangolines-pueden-portar-diversos-coronavirus-relacionados-sars-cov-2_15368
[4] https://www.wwf.org.mx/que_hacemos/cambio_climatico_y_energia/
[5] https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/coronavirus-reduce-contanimacion-aire-europa_15370
[6] https://www.ambientum.com/ambientum/medio-natural/el-planeta-principal-beneficiado-por-el-coronavirus.asp

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