A los padres, abuelos, tíos, profesores etc.
 
Según un estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), los niños pasan aproximadamente 4 horas y media viendo programas en la televisión. Estadísticas demuestran que los programas más consumidos por nuestros niños y adolescentes son: telenovelas, reality shows, caricaturas y programas de concursos.

Esto implica que el tiempo que destinan a otras actividades recreativas disminuye, y esto repercute en ellos de manera negativa. Pero ese no es el único problema, ni el más grave, además de que el exceso de televisión causa problemas de concentración, la mayoría de los niños y adolescentes ven programas que no son apropiados para su edad.

La poca oferta de contenido infantil en la televisión provoca que nuestros hijos vean programas no aptos para su edad, por este motivo es tan importante supervisar lo que ven. Amén de que muchas veces esa oferta de “contenido infantil”, aparentemente inofensivo, es todo lo contrario, no podemos fiarnos de las caricaturas, en no pocas ocasiones, y cada vez más, son peores que los programas para adultos.

El hecho de que sean dibujos animados, no quiere decir que el contenido sea inocente, hay muchos ejemplos de caricaturas, dirigidas a niños pequeños, cuyos mensajes son monstruosos, o caricaturas dirigidas a adultos pero que se emiten en horario infantil.
 
En estas aparecen agresiones físicas entre niños, casos de «bullying», niñas obsesionadas por estar delgadas, caricaturas con contenido sexual, adolescentes consumistas y frívolos, personas maltratadas y humilladas, burlas a personas hasta hacerles llorar, esposos que se hieren entre sí, muchas veces los personajes son deformes; por ejemplo con un solo ojo en medio de una cabeza triangular, seres viscosos amorfos, con tres piernas e incluso con figuras o rostros aterradores, escenas de extrema violencia, y hasta caricaturas satánicas.  Es la estética de lo desagradable, de lo feo, del mal gusto. Todo esto daña enormemente las mentes infantiles. Casi todos los programas de dibujos animados que están produciendo las grandes empresas del entretenimiento tienden a exaltar la violencia y el culto a los espíritus, monstruos y criaturas procedente del abismo.

Es muy preocupante la forma en que nuestros hijos están siendo programados mediante la televisión, el cine y los videojuegos, se trata de programarles psicológicamente en el sadismo, la indiferencia, la insensibilidad, el relativismo y hasta en el culto satánico, produciéndose cambios en ellos que van desde pesadilla, agresividad, expresiones ocultistas, conceptos errados de doctrina e influencias manipulativas que afecta la estabilidad de los que ven tales programas, hasta cambios de expresiones y relaciones humanas.

Y lo peor de todo, es que los padres solo ven los cambios de comportamiento de los hijos y no saben el origen. Niños más agresivos, menos respetuosos, expresiones raras, rechazo a los valores espirituales y un deterioro emocional y de relaciones personales. Todo esto producido por estas series que están minando su mente y su espíritu.

Algunas de las caricaturas más nocivas para niño o adolecente, son:

-Shin chan con un mensaje abierta, explícita y descaradamente pedófilo

-South Park contiene temas sexuales, lenguaje ofensivo y soez, y escenas violentas.

-La casa de los dibujos parodia un “reality show”, con imitaciones de personajes de caricaturas famosas. La serie contiene escenas extremadamente violentas, contenido sexual y lenguaje ofensivo y soez
 
- Ramma ½ Es un chico que con agua fría se convierte en chica y con caliente en chico.

-Happy tree friends En apariencia son tiernos peluches, pero es una de las series de dibujos más violentas, rozando el género gore.

 -Bob esponja incita a la homosexualidad

- Los Teletuvis son seres asexuados. No solo se presenta a un personaje con voz de hombres y con ademanes de mujer, sino que llevan y usan símbolos “gay”.

 -American dad  violencia y temas sexuales, con una trama exclusivamente para adultos.

- Padre de familia contiene temas de adultos, violencia explicita, lenguaje ofensivo y soez.

- Hora de aventura tiene violencia, sexo sutil, se insulta a otras personas, trato irrespetuoso a los adultos.

- Dragon Ball se rinde, abiertamente, culto a Satanás, y se le introduce a los niños conceptos de la Nueva Era. En su serie se usan expresiones tales como “kakaroto”, personaje principal de esta serie y que significa “posesión maligna”. Aparece también la expresión “oxsatan” que significa <mi Satanás>, y “picoro” que quiere decir “rey maligno de otro mundo”.  Esta serie de ficción con principios diabólicos en donde la violencia, las esferas, los dragones, la fuerza oculta, la transmigración de los espíritus y una larga lista de doctrinas de la Nueva Era y del satanismo están presentes.

- Poder Ranger y Los caballeros del zodiaco son dos series en que se induce, además del culto a los astros y los poderes mentales, principios de violencia.

- Sailon Moon el uso de símbolos satánicos con las manos y de expresiones sacada de los libros ocultista  proliferan
 
Estos son solo algunos ejemplos pero la pequeña y la gran pantalla están llenos, y cada vez más, de series y películas con ésta misma problemática.
 
¿Qué se puede hacer?

La educación de nuestros pequeños se ve influenciada por lo que ven en los medios de comunicación.

-Procuremos que vean contenidos de buena calidad. Explorar otras ofertas de contenido infantil y educativo.

El Estado debería regular, con personal experto en la material, el contenido de las series, que aunque son para niños, carecen de valores morales y espirituales, y les programa hacia la violencia y el culto satánico.

-Exijamos más control a las autoridades competentes de lo que se pasa en los medios, sobre todo lo que va dirigido a los niños y adolecentes. Expresémonos públicamente contra la falta de censura televisiva. Si todos protestáramos, las empresas televisivas y sus patrocinadores se lo pensarían más.

La demanda es la que produce el mercado. Si se consume estas series es porque tienen audiencia y  los efectos mercantiles de las mismas se dejan sentir (con la venta de objetos vinculado a dichas series, como por ejemplo, el fenómeno Pokémon). Si hay demanda, entonces los productores seguirán haciendo dibujos de esta clase.

-No consumamos lo que no queremos que exista y no permitamos que nuestros hijos obtengan productos vinculados a estas series

No podemos controlar al 100% lo que ven y oyen nuestros hijos. Un espíritu crítico es la mejor defensa.

-Orientar a nuestros hijos en los programas que puedan ver y hacer conciencia crítica de cada serie, preparando a los hijos para que no absorban estas toxinas.

Si los niños y adolecentes no les interesa otra cosa que ver televisión y consumir Internet, quizás sea porque no conocen otra forma de divertirse y de entretenerse o porque es lo que ven en nosotros.

-Probemos a entusiasmarlos en otro tipo de juegos y entretenimientos (juegos de mesa, al aire libre construcciones, leer, manualidades, actividades creativas), echarle imaginación. Pasar el mayor tiempo posible con ellos. Inscribirlos, en lo posible, en clases extraescolares.

Es cierto que las tareas de los padres de familia son cada vez mayores. Pero ¿Qué tarea hay más importante que procurar una vida sana y feliz a nuestros hijos? Por eso, es importante dedicar un tiempo a saber qué están consumiendo nuestros hijos y pasar tiempo con ellos
 
- Aprovechar cada momento libre para jugar con ellos. Turnarnos con otros padres para que una vez a la semana cada uno se ocupe de organizar actividades al grupo de niños o adolecentes.
 
-Controlar y regular los horarios de televisión e Internet. Estableciendo un horario.

-Que los menores no tengan celular.

-Poner atención a lo que consumen en las tabletas.

-Mantener control de su actividad en plataformas como redes sociales.

-Que los menores no tengan televisión en su cuarto.

-Pasar la voz para que cada vez seamos más.
 
¿Por qué y para qué se están produciendo estas series? ¿Que persiguen?

Se dice que es lo que vende, pero lo que vende, los gustos, las modas, los dictan las empresas, los medios de comunicación.

Los gustos, las aficiones, se educan.