Columna | P U L S O   P O L I T I C O

          En la etapa en la que la Universidad Autónoma de Puebla estaba considerada una institución de educación superior comunista, cuyo gobierno era ejercido por un grupo de miembros del Partido Comunista Mexicano, desde el rector hasta los principales integrantes del Consejo Universitario, esto ocurrió en los años setenta, se anunciaba con bombos y platillos la investigación que se realizaba en la Facultad de Físico-Matemáticas, encabezada por un científico alemán, que según se decía, revolucionaría a la industria de los micro-chips.

           Fueron varios años dedicados a esa “investigación” que nunca fue entendida por el grueso de los estudiantes y menos por la gran masa de la población. Solo se sabía que el científico alemán que encabezaba los trabajos, tenía un elevado sueldo y que ya se había arraigado en México y no pensaba volver a la Alemania Democrática de la que era ciudadano. Le encantaba nuestro país.

           El ingeniero Luis Rivera Terrazas, fue interrogado en ese entonces por algunos periodistas, sobre si la UAP, tenía proyectos para impulsar el desarrollo del campo y su respuesta fue: “No, no, eso es una cosa técnica que corresponde a instituciones especializadas en eso. Nosotros tenemos que ir adelante, la física del estado sólido, y temas que serán básicos para el futuro de la humanidad”.

         Pasó el tiempo y nunca se supo nada sobre lo logrado en esas investigaciones en las que se invirtió un importante recurso del presupuesto universitario, sin que se conociera algo positivo para beneficio de la comunidad a la que se supone servía la institución.

        Durante varias décadas la Universidad Autónoma de Puebla, hoy BUAP, fue evolucionando. Se abandonaron los extremismos de derecha y de izquierda, hasta alcanzar un equilibrio en el que se vive ahora, incluyendo el hecho de que por primera vez, la más importante universidad oficial del Estado, esté encabezada por una mujer, la doctora Lilia Cedillo Martínez, que sin aspavientos, sin tono presuntuoso, informa que de cada nueve personas asintomáticas, por lo menos una está infectada de ómicrom, un dato que puede ser de gran importancia para el cuidado de la salud de los habitantes del estado.

         Además, la misma BUAP da a conocer, que se está desarrollando en dicha institución, un método para el desarrollo de metodologías para disminuir plagas de insectos que perjudican los cultivos de maíz.

         SI EN LOS TIEMPOS DEL COMUNISMO UNIVERSITARIO se hubieran destinado recursos humanos y económicos para estudiar y buscar solución a los problemas de la agricultura y ganadería poblanas, a las pequeñas y medianas empresas urbanas, a los pequeños negocios comerciales y artesanales, al impulso del turismo regional, etc., tal vez los comunistas estarían todavía en el poder y el estado de Puebla no estaría considerado entre los cuatro más pobres del país.

         Llegó la industrialización a gran escala con la Volkswagen y con otras grandes empresas industriales nacionales y extranjeras, casi todas se establecieron en la capital y su entorno, conformando una macro-ciudad llena de problemas que ahora agobian a sus habitantes. Surgió Angelópolis, la zona ultramoderna de Puebla y la entidad tuvo un primer gobierno panista que vino a concentrar todavía más el desarrollo en la capital del estado, sin que eso se reflejara en desarrollo para su población, que según el Coneval, organismo encargado de medir la pobreza en nuestro país, la ciudad capital del estado, era de las grandes ciudades de la república, la que más número de pobres tenía. Y no solo eso: El año pasado, el mismo organismo anunció que de las tres entidades federativas de México con mayor grado de pobreza, Chiapas, Guerrero y Oaxaca, ésta última quedaba desplazada por Puebla.

         EL CAMBIO QUE SE ESTA OPERANDO EN LA BUAP, puede ser decisivo, si el gobierno estatal y los gobiernos municipales saben aprovechar esa circunstancia, para mejorar las cosas.

         La importante casa de estudios superiores del estado, puede aportar soluciones a los problemas sencillos y complicados, pues cuenta con personal capacitado para ello y  con campus en la capital y en todas las regiones del Estado: Teziutlán, Tecamachalco, Tehuacán, Chiautla de Tapia e Izúcar de Matamoros.

         Acaban de revelar que en la mixteca poblana, hay importantes yacimientos de litio y asi como esto, puede haber muchas cosas más que podrían contribuir al mayor desarrollo del Estado y a mejorar la vida de sus habitantes.

         Es bueno que el estado cuente con políticos capaces, honestos y con sentido común, con sentido práctico; pero también debe contar con instituciones educativas de nivel medio y superior y con académicos, que sean realistas, que no sueñen en maravillas que ni existen ni existirán y que en cambio pueden transformar la vida de miles de personas, que viven en la miseria, inventando soluciones a sus problemas en forma sencilla y práctica.

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Martes, 18 Febrero 2020 21:40

La BUAP, en el lugar 43 de América Latina

• En el primer ranking 2020 de Webometrics se ubica en el séptimo lugar nacional, entre mil 213 instituciones mexicanas

Por su presencia, impacto, excelencia de su trabajo y apertura, la BUAP se posiciona en el séptimo lugar entre las instituciones de educación superior más importantes de México y en el lugar 43 de América Latina, de acuerdo con el primer ranking 2020 de universidades de Webometrics, plataforma desarrollada por el Laboratorio de Cibermetría del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC).

Con base en un solo indicador, excelencia del trabajo desarrollado y los más citados en los últimos cinco años, la Máxima Casa de Estudios en Puebla se ubica en el cuarto lugar nacional del ranking.

Tras analizar la información de mil 213 universidades mexicanas, Webometrics 2020-1 precisó que la BUAP obtuvo grandes resultados por su presencia (número de páginas web);  impacto (redes externas); excelencia de su trabajo (los trabajos más citados en los últimos cinco años); y apertura (citas por trabajo académico en Google Scholar).

Al mismo tiempo, fueron clasificadas 3 mil 742 universidades iberoamericanas de 10 países, entre estos España, Portugal, Brasil, Argentina y México, lo que también coloca a la BUAP entre las mejores del continente, al rankearse en el lugar 43 de América Latina.

El Ranking Web de Universidades es una iniciativa del Laboratorio de Cibermetría que pertenece al CSIC, el mayor centro nacional de investigación de España. Dicho laboratorio se dedica al análisis cuantitativo de Internet y los contenidos de la Red, especialmente de aquellos relacionados con el proceso de generación y comunicación académica del conocimiento científico.

Dentro de la nueva y emergente disciplina denominada Cibermetría, el CSIC publica desde 1997 la revista electrónica Cybermetrics, también conocida como Webometría.

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•    Las colaboraciones con otras instancias son el mejor camino para transferir el conocimiento: Rector Alfonso Esparza

Las colaboraciones con otras instancias son el mejor camino para transferir el conocimiento, con el fin de encontrar aplicaciones útiles, pertinentes y eficaces. Esa es la perspectiva como universidad, indicó el Rector Alfonso Esparza Ortiz, al signar un convenio de colaboración entre la BUAP y el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Puebla.

          En el Salón de Protocolos, del Edificio Carolino, donde se dieron cita personal de ambas instituciones, el Rector de la BUAP enfatizó que la sinergia hace posible un mejor camino para aprovechar fortalezas y asegurar el cumplimiento de la misión de la Universidad.

           Este convenio sienta las bases para llevar a cabo actividades de capacitación, diplomados, estudios de posgrado y cursos específicos, en beneficio de los integrantes del tribunal para un mejor desempeño de sus obligaciones. En tanto, los estudiantes, a través de servicio social y prácticas profesionales, conocerán este entorno, aplicarán lo aprendido e incursionarán en áreas de su futuro desempeño laboral, detalló.

           “El Tribunal de Justicia Administrativa vela por el correcto funcionamiento de los servicios; evita que las autoridades lesionen los derechos de los ciudadanos y para ello requiere de procedimientos expeditos y de personal claramente comprometido con la justicia. Por nuestra parte, la Universidad debe brindar conocimientos y valores a los estudiantes, para que sean profesionales competentes y ciudadanos responsables”, expresó el Rector Alfonso Esparza.

           Señaló además que las labores de intercambio y las actividades derivadas del convenio significarán una importante experiencia para los universitarios y beneficios para la Máxima Casa de Estudios en Puebla y el Tribunal de Justicia Administrativa, cuya labor consiste en dirimir las controversias entre autoridades y particulares, aplicando la Ley General de Responsabilidades Administrativas, además de participar en el Sistema Estatal Anticorrupción para prevenir, detectar, investigar y sancionar faltas y hechos de corrupción.

          En su intervención, María de Lourdes Dib y Álvarez, magistrada presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Puebla, resaltó que la sabiduría, impartición de valores y generación de ciencia son aspectos que caracterizan a la Máxima Casa de Estudios en Puebla, institución que será una aliada en el perfeccionamiento de este sistema de justicia.

           “Este tribunal tiene año y medio de instalación, por lo que es un sistema que hay que perfeccionar. Para ello, nos apoyamos en la BUAP, en los jóvenes, para dar resultados. Estamos seguros de que así será”.

          En la presentación del convenio, Rosa Isela Ávalos Méndez, abogada General de la Institución, especificó que esta sinergia se establece en un marco de colaboración académica, científica y tecnológica, por lo que se plantea el desarrollo de diversas actividades, principalmente de servicio social y prácticas profesionales para los estudiantes, y diplomados y cursos de capacitación para el personal del tribunal.

          “En la BUAP ofrecemos educación de calidad y con estas acciones los estudiantes pueden aplicar lo aprendido en el aula”, agregó.

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· Con 17 medallas se colocó en el lugar 21 del medallero en una lista de 100 universidades

          Al cierre del encuentro deportivo más importante de los universitarios del país, los más de 200 atletas que representaron a la BUAP conquistaron 17 medallas -dos de oro, dos de plata y 13 de bronce- y un puntaje de mil 99, durante la Universiada Nacional 2018, con sede en el Estado de México. Con dichos resultados, la Máxima Casa de Estudios en Puebla cumplió las expectativas, al colocarse en el noveno lugar de la tabla de puntos de entre 194 instituciones de educación superior, y en la posición 21 del medallero, de cien enlistados.

          En el arranque de la competencia, los universitarios de la Máxima Casa de Estudios en Puebla obtuvieron dos medallas de oro: Mary Jose Solís Cuautle, en la prueba de 3 mil metros con obstáculos, en atletismo, y Fernanda Castillo Ortega, en taekwondo, la división femenil Fin (46 kilogramos), ambas de la Facultad de Ciencias de la Electrónica.

          Las medallas de plata fueron para Silvia Arellano Romero, de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, en la prueba de atletismo salto triple de altura; y para Braulio Estrada Malpica, de la Facultad de Ciencias de la Electrónica, en la final de taekwondo, división Feather (68 kilogramos).

          El representativo de la BUAP obtuvo además trece medallas de bronce en algunas de las 25 disciplinas consideradas en esta justa deportiva que se llevó a cabo del 23 de abril al 9 de mayo, en la Universidad Autónoma del Estado de México. Cabe destacar que este año, de entre los 10 mil universitarios concursantes, se registró el número más alto de participación de jóvenes de la BUAP, de los últimos 25 años: 210 atletas.

Los trece metales de bronce correspondieron a los siguientes estudiantes. En kata por equipo varonil, integrado por Juan Ignacio Domínguez Arce, Jorge García Adauta e Ismael Chávez Aguilar, de las facultades de Derecho, Ciencias de la Computación y Arquitectura, de forma respectiva. En kata individual femenil, Victoria Cruz Romano, de la Facultad de Ciencias Químicas; y en judo, Samantha Barrios Martínez, de la Escuela de Artes Plásticas y Audiovisuales.

          En kumite individual femenil, 61 kilogramos, ganaron bronce cada una,  Estefanía Quecholac Guerrero, de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, y Victoria Cruz Romano, de la Facultad de Ciencias Químicas. A su vez, Julissa Quecholac Guerrero y Rosario Yuriko Cortés Aparicio, de las facultades de Administración y Estomatología, respectivamente, obtuvieron bronce en kumite, menos de 55 kilogramos.  

         En equipo varonil de kumite, Renán Basaura Morales y Stephen Neri Huerta, de la Facultad de Derecho, y Cristopher Quecholac, Allan Miguel Rodríguez Aguayo e Ismael  Chávez Aguilar, de las facultades de Computación, Medicina y Arquitectura.

           En gimnasia aeróbica por parejas, Lilia Rivera Flores y Edgar Fernández de Lara Aguilar, de las facultades de Ingeniería y de Cultura Física. En la rama de lucha universitaria varonil (grecorromana), se obtuvieron 3 medallas: Jorge Domínguez Valdés, de 77 kilogramos,  Luis Ángel Lobato Espejo, hasta 72 kilogramos, ambos de la Facultad de Cultura Física, y Jorge Lucas Rojas, de la Facultad de Ingeniería Industrial, de hasta 130 kilogramos.

            Finalmente, en la disciplina de esgrima y categoría varonil por equipos, ganaron una medalla Jesús Méndez López, Aldo Ramírez Hernández y Jorge Luis Zamora Orgarrio, de las facultades de Artes, Medicina y Ciencias de la Computación.

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