Durante la campaña a la presidencia de la república de AMLO, uno de los temas recurrentes de sus discursos fue el culpar a los gobiernos del período neoliberal de la inseguridad y clima de violencia que se vivía en el país, a partir del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa quién declaró la guerra contra el narco y los grupos de la delincuencia organizada, dando la orden de que las fuerzas armadas del país integradas por el ejército y la marina participaran activamente en esa guerra, sin obtener resultados e incluso haciendo la promesa de que de ganar la presidencia regresaría a las fuerzas armadas a los cuarteles y daría el mando a un civil, con lo que resolvería el problema de la inseguridad y terminaría con los grupos de la delincuencia organizada que operaban en territorio mexicano.
AMLO aseguraba: “por culpa de la actual política económica, es decir, por el abandono de las actividades productivas y de campo, la falta de empleo y la desatención a los jóvenes, se desataron la inseguridad y la violencia que han causado miles de muertos en el país”
Declaró que: “La crisis de seguridad que aflige a México es el resultado de una conjunción de factores; pobreza, injusticia y exclusión que se suman a la ineficiencia de las autoridades y a la corrupción de los cuerpos policiacos y el aparato judicial”
Una vez que ganó las elecciones y asumió el cargo como presidente de la república, sus políticas sociales y la promesa de que para resolver el problema de la inseguridad, se deberían atender las causas y lanzar sus programas sociales como el de “Jóvenes construyendo el futuro” para alejarlos de incurrir en conductas antisociales. “Becarios si, sicarios no” modelo que a la postre y al final de su gobierno, no dio los resultados esperados y el crecimiento de los grupos criminales siguió al alza, mediante el reclutamiento de jóvenes a actividades delictivas, por los jugosos ingresos y promesa de los carteles en convertir a los jóvenes una carrera delictiva que les permitiría asegurar su futuro y el de sus familias.
En el tema de la corrupción de las autoridades gubernamentales desde las más altas esferas como lo fueron la Secretaría de Seguridad, cuerpos como la extinta policía federal, fiscalías y funcionarios del poder judicial de todos los niveles, el discurso Obradorista en sus conferencias mañaneras, fue de sus temas favoritos, generalmente culpando a los gobiernos del período neoliberal del estado en que recibió el país y culpando a los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto de haber apoyado y protegido con funcionarios corruptos la expansión de los carteles en el país.
Así uno de sus personajes favoritos para culpar al gobierno de Felipe Calderón de su política fallida para combatir la inseguridad en México, fue el ex secretario de seguridad Genaro García Luna, detenido por el gobierno de Estados Unidos en diciembre de 2019 por estar coludido con los carteles como el de Sinaloa y de recibir millonarias sumas de dinero para permitir y proteger sus actividades delictivas en el país.
Durante más de una década García Luna fue el hombre más poderoso a cargo de a seguridad pública en México, protegido por el expresidente Felipe Calderón.
Como lo señala le periodista Peniley Ramirez en su libro: “ Los Millonarios de la Guerra” el expediente inédito de García Luna y sus socios, García Luna “En Nueva York un gran jurado lo acusó de tres cargos de conspiración para traficar cocaína y un cargo por haber mentido a las autoridades sobre su historial delictivo. Seis meses después le añadieron otro cargo, también por narcotráfico. En resumen le imputaron haber sido un topo, un infiltrado en el gobierno mexicano del grupo criminal que las autoridades consideran como el más poderoso del continente”
La detención de García Luna y todo lo que vino después, fue utilizada por el presidente AMLO y MORENA como un factor determinante y contundente para debilitar a sus adversarios políticos PRI y PAN denostando la denominada guerra contra el narcotráfico y poniéndolo como un ejemplo de lo que hicieron los gobiernos de Calderón y Peña Nieto a quienes acusó de estar coludidos con los carteles mediante el ex secretario detenido ahora en Estados Unidos y quién actualmente ha sido sentenciado por dichos cargos a 38 años y ocho meses de prisión por sus vínculos con el narcotráfico.
Así cada vez que los partidos de oposición, salían a criticar la estrategia de seguridad y resultados del gobierno de la cuarta transformación en el combate a los carteles del narcotráfico, la respuesta del oficialismo era poner de ejemplo los delitos cometidos por García Luna, que se convirtió en el blanco favorito de AMLO y de la dirigencia nacional de Morena para acusar de corruptos a los partidos de la oposición, celebrando la condena que se le impuso al exsecretario de seguridad.
Pero la narrativa cambio esta semana, al denunciarse por el Departamento de Tesoro de los Estados Unidos, que entidades financieras como Casa de Bolsa Vector de la que es socio el ex jefe de la oficina de AMLO Alfonso Romo, fue acusada de lavar dinero del crimen organizado desatando un escándalo por la cercanía de Romo con el gobierno de la 4T; por lo que de inmediato la presidenta Claudia Sheinbaum y el Secretario de Hacienda, así como la UIF salieron a declarar que no existían pruebas de que Vector hubiera incurrido en dichas actividades y que sólo había incurrido en faltas administrativas que ya habían sido sancionadas, retando al Departamento de tesoro de estados Unidos que presentara las pruebas en contra de Vector.
También, esta misma semana se dio a conocer, que desde septiembre de 2024 tanto la UIF como la Secretaría de Hacienda, tenían información de la investigación en contra de Vector, que se ocultó, seguramente por las elecciones presidenciales, lo que podría poner en riesgo los resultados al demostrarse que el villano favorito de la 4T, finalmente había sido cobijado por uno de los principales asesores de AMLO y de su movimiento.
Las investigaciones seguramente continuarán y en los próximos días, se darán a conocer nuevos elementos del caso. Pero por lo pronto García Luna ya no será más un personaje útil en el discurso del oficialismo en su confrontación permanente con la oposición.
X | * @Dr.GermanMolinaCarrillo