Columna | Desde el portal

Quienes están en contra de las elecciones del uno de junio no pueden argumentar que son demócratas: rechazan el voto como mecanismo para que el ciudadano pueda darse el tipo de gobierno que mejor convenga a sus intereses y son partidarios de la imposición -que siempre ha existido-, de los integrantes del Poder Judicial.

 En realidad nunca ha habido democracia en nuestro país. Sucesivamente los presidentes de la República han dejado a sus sucesores y si bien han ocurrido diferencias o disputas entre los grupos políticos, es porque el gran elector se equivocó y el sucesor no resultó tan leal o manipulable como pensó el que lo dejó, pero el pueblo siempre ha sido espectador.

 Los presidentes de México seleccionan, de acuerdo a las disposiciones legales, a los integrantes de su gabinete, pero se extienden al Poder Legislativo y Judicial, en los que los ciudadanos nunca han participado. Hoy, si bien se simula la democracia, cuando menos es un ejercicio maquillado, menos crudo como siempre ha existido, ahora el pueblo también debe simular ejercer su voto.

 Ni siquiera en Estados Unidos se tiene la certeza de que el presidente Trump haya sido electo democráticamente. Una poderosa maquinaria de hacer dinero lo convirtió en presidente de una Nación que ahora lo rechaza por sus medidas autoritarias y contrarias al sentido común. Y es la mayor democracia en el mundo. En México no podemos pedir democracia, nunca la ha habido.

TURBULENCIAS

La CNTE se identifica con la derecha

 De esa manera, la CNTE, que antes iba al lado de la democracia que pregonaba la izquierda, ha sido identificada por la presidenta Claudia Sheinbaum, como simpatizante de la derecha que está en contra de la elección del Poder Judicial, de tal manera que no puede decirse que sea partidaria de la lucha democrática y de la participación del pueblo en la elección de sus autoridades; si se descalifica la elección del uno de junio, ¿cómo se podría garantizar que en lo sucesivo sí habrá democracia?...Desde luego que este proceso electoral tiene tintes de consolidación del grupo en el poder; simula que serán electos los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial, pero en realidad lo que se busca es el “quítate tu para ponerme yo”, y colocar a los suyos en uno de los poderes desde donde también se simula hay impartición de la justicia…El Poder Judicial, se ha documentado durante décadas, siempre ha sido corrupto: está al servicio del mejor postor e inmensas fortunas y sus detentadores hacen lo que les viene en gana, pues saben que la Ley nunca los alcanzará: tienen a su servicio a los integrantes del Poder Judicial, a acaudalados abogados que no pierden un solo juicio y no tienen a ningún cliente en la cárcel, porque saben que “poderoso caballero es don dinero”, y no hay quien garantice que el nuevo Poder Judicial cambiará el sentido de la impartición de la justicia; sólo cambiará de amo y seguirá los designios de quien está en el poder y al servicio de cada quien…Por eso la elección judicial del uno de junio será un reto formidable: determinar el rumbo de la Nación. Si son válidas o no las elecciones y si en este o en el próximo sexenio se seguirá cuestionando sobre la validez de una elección presidencial y no salga otro Labastida Ochoa que cuestione el triunfo electoral de Vicente Fox y denuncie que esa presidencia fue pactada por el ex presidente Zedillo a cambio de un empréstito millonario al país. La democracia pues está por verse si funciona o no en el país y cual es la ruta: las elecciones son válidas para renovar el poder o seguiremos mejor con la imposición de autoridades…

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