La semana laboral que concluyó este viernes trece de junio, ha sido caótica y muy complicada en la relación de México con los Estados Unidos; principalmente por el clima de desencuentros y posturas que han tomado por un lado la administración del presidente Donald Trump, quién está dispuesto en los hechos, a cumplir a los estadounidenses que le dieron su voto en el pasado proceso electoral, con todas las promesas de campaña que enarboló y que hicieron posible su retorno a la casa blanca y por otro lado la posición que ha tomado el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, respecto a defender la soberanía del país, evitar la intromisión de extranjeros en la vida política y procesos electorales, su rechazo a la aplicación de los aranceles a los producto mexicanos que se exportan a los Estados Unidos; así como a las remesas que envían nuestros connacionales  y que se han anunciado serán del 3.5%, su rechazo a la política migratoria del gobierno de Donald Trump, que se ha traducido en una persecución feroz del ICE, para superar el número de al 42 personas de portadas en  una semana, sin importar su estatus migratorio, con la sola sospecha de que se trata de un inmigrante ilegal en territorio norteamericano. 

Si revisamos la situación actual que se vive en Estados Unidos y que también está impactando a otros países, desde la llegada del presidente Donald Trump a su segundo mandato presidencial, podemos darnos cuenta, que de alguna forma no se está saliendo del guion de sus promesas de campaña, como lo fueron: recobrar la fuerza y presencia  de Estados Unidos en el mundo, argumentado que varios países con los que mantiene relaciones comerciales, como China, Canadá, México, la Unión Europea, entre otros, han abusado imponiendo aranceles a los productos que exportan; el terminar con la construcción del muro en la frontera con México para frenar la inmigración ilegal, deportar a sus países de origen al mayor número de emigrantes que hayan ingresado ilegalmente a territorio norteamericano, exterminar a los carteles y grupos de la delincuencia organizada con presencia y nexos en territorio de Estados Unidos; resolver los conflictos armados como el de Israel con Palestina, la guerra entre Rusia y Ucrania y fortalecer el poder militar de los Estados Unidos a nivel mundial.  

Evidentemente, algunas acciones que ha plasmado en sus ordenes ejecutivas, le han dado los resultados esperados, otras no y varias de ellas, han causado afectaciones a los intereses de varios países, como en el caso de la aplicación de los aranceles, de las deportaciones masivas y de decisiones que también están afectando a los ciudadanos estadounidenses ante una inminente aprobación de la iniciativa fiscal de Trump conocida como un solo proyecto de ley grande y hermoso que aunque promete la creación de empleos y el impulso económico, para muchos analistas las cifras revelan un camino potencialmente peligroso para la debilitada salud fiscal de Estados Unidos; debido a que añadirá entre dos y cinco billones de dólares a la imponente deuda estadounidense de 36.3 billones de dólares los próximos diez años, con una menor recaudación fiscal que compensará con creces la reducción del gasto. 

En el escenario actual, el endurecimiento de las acciones de las fuerzas del ICE para deportar a más inmigrantes ilegales en estados como California en esta semana, con la detención de al menos 42 de origen mexicano, desató la inconformidad de los ciudadanos de California, con el apoyo del gobernador demócrata Gabin Newson quién públicamente rechazó estas acciones acusando al presidente Donald Trump de esta ola de persecución y detenciones de trabajadores migrantes, sumándose a este rechazo la alcaldesa de los Angeles Karen Bass, por el envío de más de setecientos soldados de la guardia nacional a la ciudad para reforzar las detenciones y frenar las manifestaciones que se han organizado por los familiares de los migrantes y ciudadanos del estado en contra de las detenciones y deportaciones del ICE. 

Por la situación y enfrentamiento entre las autoridades de California con el presidente Donald Trump, así como al hecho de que grupos de inconformes ha hecho quema de patrullas, destrozos y saqueo de comercios, la alcaldesa decretó desde el martes pasado un toque de queda nocturno para detener las acciones violentas y evitar daños a las propiedades y comercios. 

Pero un elemento que además vino a complicar la situación que se vine en la relación de México- Estados Unidos, fue la declaración de la secretaria de Seguridad Nacional de USA Kristi Noem, quién el 9 de junio públicamente acusó a la presidenta Claudia Sheinbaum de estar alentado las manifestaciones violentas de mexicanos en los Ángeles, condenándola ante la presencia del presidente Donald Trump. 

La misma tarde del martes la presidenta Sheinbaum publicó en su cuenta de X un mensaje señalando que es “absolutamente falso que esté alentando las manifestaciones violentas, sino por el contrario estar a favor del dialogo y respeto entre ambas naciones.” 

A pesar de la aclaración presidencial, morenistas como el presidente del Senado Gerardo Fernández Noroña, inicio un debate con el senador republicano Eric Schmitt de aumentar el arancel de las remesas del 3 al 5% burlándose del legislador y poniendo en riesgo un eventual incremento que vendría a afectar a los migrantes y a las familias mexicanas que viven de las remesas. A su vez la diputada Melissa Cornejo Consejera estatal de Morena en Jalisco, hizo un posteo en su cuenta de X en contra del retiro de visas a mexicanos con una frase vulgar, lo que motivó que el Subsecretario de Estado Christopher Landau ordenara la cancelación de visa de la morenista, aclarando que ni siquiera contaba con ella. 

La presidenta Sheinbaum y la presidenta Nacional de Morena han tenido que intervenir para frenar las declaraciones desafortunadas de Fernández Noroña y el partido deslindándose de las declaraciones de la diputada Cornejo, ante la delicada situación de la relación bilateral con Estados Unidos. Sin embargo, la radicalización de los grupos de Morena en Estados Unidos y las protestas violentas, pueden complicar aún más la posición de nuestro país, con el vecino del norte, que ha calificado a los migrantes de delincuentes, violadores y terroristas para expulsarlos por poner en riesgo la seguridad de su país. Es momento de buscar soluciones pacificas y que sea la diplomacia y los intereses comunes los que orienten una solución a esta crisis de la relación. 

Son enormes los intereses de México que están en juego, una declaración desafortunada o una acción de gobierno mal interpretada pondría en grave riesgo al país, sobre todo ante la revisión del T-MEC que podría verse afectada o incluso darse por cancelado, si Estados Unidos decide no firmarlo en forma definitiva. 

*director fundador del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla.