• Expertos recomiendan resguardar los valores económicos, legales, sentimentales e íntimos, en cajas de seguridad certificadas, fuera del alcance de miradas indiscretas. • La bóveda mexicana StrongMax es una de las 5 más seguras del mundo.
Ciudad de México a 14 de febrero 2016 – Amar no sólo implica gritar al mundo este sentimiento, sino también guardar secretos íntimos. “Nuestra propia condición como seres humanos nos empuja a experimentar aquello que se nos niega, porque
necesitamos conocer lo desconocido, desafiar lo prohibido
y tener secretos que nos hagan vibrar. Transgredimos las normas para sentir sus consecuencias”, explica Edelmira Cárdenas, Master en Sexualidad, con más de 20 años de experiencia.
Así, 67% de los hombres y más de 40% de las mujeres en México tienen secretos inconfesables y los números siguen subiendo1. Asimismo, parejas anónimas, e incluso parejas famosas, dan a quienes aman: cartas, fotos y videos que no quisieran compartir con nadie más.
Para resguardar estos “secretos de amor” consideramos nuestras casas como un lugar seguro, a pesar de que es uno de los lugares más vulnerables que existen, pues nuestro círculo cercano puede albergar dudas o tener curiosidad de conocer lo más profundo de nuestra intimidad, lo cual nos coloca en riesgo de que estas muestras de amor queden expuestas. Edelmira revela que los secretos de dos son un elemento clave para mantener la llama del amor encendida. “Sin embargo, se debe tener mucho cuidado para que los códices, la intimidad y la privacidad estén guardados bajo llave, de manera que no se transgreda la complicidad de pareja”. Guardar estos secretos en una caja de seguridad privada como la que tiene StrongMax nos garantiza que nuestra privacidad quedara bien resguardada.
De acuerdo a la experta, la solución óptima para proteger aquello que esperamos que jamás salga a la luz y que no queremos que sea encontrado por las personas que están en casa, es resguardarlo fuera de su alcance, en un lugar al que sólo nosotros tenemos acceso. No es concidencia entonces que dentro de las cajas de seguridad de algunos bancos centrales se guardaron, durante décadas, cartas, documentos, fotos, lencería y joyas que para los clientes eran tan importantes e íntimas que no estaban dispuestos a que nadie las encontrara.
Y, aunque hoy en día los bancos tienden a no ofrecer este antiguo servicio, aún existen alternativas para guardar esos valiosos secretos de amor, lejos de las miradas indiscretas. Ejemplo de ello, menciona Edelmira Cárdenas, es StrongMax, una de las 5 bóvedas con mayor seguridad a nivel mundial, dedicada a la renta de cajas de seguridad, en donde los clientes pueden tener la libertad de guardar con absoluta discreción y privacidad aquello que para ellos es de suma importancia en valor sentimental, personal, íntimo, económico o legal.
Comenta también a cerca de cómo o dónde colocamos objetos de intimidad propia o en pareja diciendo que “así como resguardamos joyas y dinero en un lugar seguro, no hay porqué perder la costumbre en lo relativo a aquello que nos brinda placer. ¿O ahora resulta que quitamos el dinero debajo del colchón y en su lugar queremos ocultar un juguete erótico?”. Por último, ella señala que “la privacidad erótica se resguarda, no para ocultarla por miedo o vergüenza, sino que existe una necesidad natural de intimidad en la que construimos un espacio personal lleno de libertad donde podamos sentirnos nosotros y lo nuestro a salvo”.