El escándalo nacional desatado el pasado nueve de abril, en que se presentó una denuncia anónima  de treinta y dos páginas ante el Consejo de la Judicatura Federal, contra el ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y veinte personas más, donde se precisa el modus operandi  entre Zaldívar y el ex consejero jurídico de la Presidencia de la República Julio Sherer Ibarra, para presionar, intimidar, extorsionar y acosar jueces, juezas, magistrados y magistradas del Poder Judicial de la Federación, con el único objetivo de obtener resoluciones favorables al gobierno de AMLO y a los intereses personales y económicos de los ex servidores públicos.

Denuncia que dio lugar a que, la Ministra Presidenta de la Corte Norma Lucía Piña Hernández ordenara darle trámite,de acuerdo a la normatividad que rige al Consejo de la Judicatura Federal y como consecuencia de ello se abriera la investigación número: J/108/2024 en contra de todos los involucrados.

Al ex presidente de la Corte Zaldívar se le acusa de vulnerar la autonomía e independencia de titulares de órganos jurisdiccionales del Poder Judicial de la Federación, con la intención de satisfacer intereses personales y de terceros.

De ejercer presión sobre titulares de órganos jurisdiccionales, a través de Carlos Antonio Alpízar Salazar, con el objetivo de que resolvieran a favor de sus intereses prometiendo beneficios políticos, económicos, adscripciones favorables, ratificaciones en el cargo y hasta dinero, o bien a través de extorsiones y amenazas de cambios de adscripción, inicios de procedimientos de responsabilidad administrativa o suspensiones.

Las áreas del Consejo más utilizadas para presionar a jueces y magistrados fueron la Secretaría Ejecutiva de Disciplina, la Unidad general de Investigación de Responsabilidades administrativas y la Contraloría del Poder Judicial con la amenaza de declarar a los titulares culpables de responsabilidades administrativas, usando quejas existentes o inventando algunas.

Zaldívar también utilizó al Instituto federal de Defensoría Pública presionando a defensores y asesores jurídicos para que actuaran en procedimientos jurisdiccionales de la forma más conveniente a sus intereses.

Al Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles para apersonarse en asuntos relativos a concursos mercantiles de cuantía importante.

En cuanto al ex consejero jurídico de la Presidencia de la República Julio Sherer Ibarra y que se encuentran estrechamente vinculadas con las atribuidas a Zaldívar éstas son: confabularse con el ex ministro Zaldívar para atentar contra la autonomía e independencia de los titulares de los órganos jurisdiccionales, de enriquecimiento ilícito, corrupción y/o extorsión.

Dentro de los casos específicos en los que se acusa a Zaldivar de haber ejercido presión están: La ley de Hidrocarburos y de la Industria eléctrica, de la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía y cancelación del de Texcoco, del Tren Maya, del caso Lozoya, Infonavit, telecomunicaciones, heraldo, UAEH, entre una larga lista de faltas administrativas y delitos que ahora serán investigados por la Unidad General de Investigación de Responsabilidades administrativas del Consejo de la Judicatura Federal.

El anuncio del inicio de la investigación, motivó de inmediato una serie de reacciones en contra del actuar de la Ministra Presidenta, desde la conferencia mañanera del presidente, del 15 de abril, defendió al ex presidente de la Corte y le brindó su apoyo, calificando el inicio de la investigación en su contra como una venganza en contra del ex ministro; lo anterior a pesar de que el mismo presidente en su conferencia mañanera del 21 de febrero de este año, apuntó que su gobierno pedía ayuda directamente a Zaldívar para que interviniera ante los jueces autores de resoluciones importantes para el proyecto de la 4T , sin que por ello se hubiera iniciado investigación alguna, sino hasta la presentación de la denuncia anónima.

La candidata presidencial de Morena Claudia Sheinbaum también defendió públicamente al ex ministro y calificó de una venganza el inicio de la investigación en su contra y ayer mismo declaró que: no ve impedimento para que continúe Zaldívar participando en su equipo de campaña, como coordinador del tema de justicia en su campaña.

Sobre este escándalo, me parece importante señalar los siguientes aspectos:

1.-¿Cómo es posible que el principal impulsor de la reforma judicial de AMLO que se nos vendió que era para terminar con los vicios y corrupción que había en el poder judicial de la federación, terminó siendo el gran corruptor de jueces, juezas, magistrados y magistradas federales para beneficiar al poder ejecutivo?
2.-Ahora se explica el interés de AMLO de que Zaldívar prorrogara su período en la Presidencia de la Corte dos años más y era debido a dar continuidad a todos los acuerdos y corruptelas cometidas por Zaldívar y secuaces con el ex consejero jurídico de la Presidencia Julio Sherer Ibarra, para apoyar las reformas y proyectos de la 4T.
3.-Con este escándalo e investigación contra Zaldívar se destapa una cloaca en el seno del Poder Judicial y me pregunto ¿en qué situación jurídica quedan todos los asuntos que fueron resueltos bajo presión y amenazas por los jueces, juezas y magistrados a favor de los intereses del gobierno federal, afectando a terceros? Se anularán y se dictarán nuevas resoluciones.
4.-¿Este es el tipo de justicia que nos merecemos los mexicanos, con un Poder Judicial sin independencia judicial y subordinado a las órdenes del Presidente en turno, y al que no le interesan los derechos humanos de los ciudadanos?
Si ese es el tipo de justicia que impulsa Arturo Zaldívar y que se aplicará en el país, de ganar Claudia Sheinbaum la presidencia de la República el próximo dos de junio, quedarán sepultadas para siempre la autonomía y la independencia judicial que sostienen nuestra democracia y la protección de los derechos de los gobernados y que han sostenido durante décadas el sistema de administración de justicia establecido en nuestra Carta Magna,
                                 
*Director fundador del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla.

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Si algo debe preocupar a la militancia de Morena y de los partidos PT, PVEM que conforman la Alianza: Sigamos haciendo historia que impulsa la candidatura de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República, son los malabares que debe llevar a cabo todos los días, para defender los logros del gobierno del presidente López Obrador para justificar la continuidad del proyecto de la cuarta transformación.

En otras palabras, su campaña a la presidencia, gira en dos ejes: el de defender al gobierno saliente, justificando la conveniencia de su candidatura para que los ciudadanos sigan apoyando el proyecto de AMLO, lo que sin duda alguna significa que primero debe luchar por cuidar la imagen presidencial, frente a los embates de la coalición fuerza y corazón por México y en un segundo eje, buscar consolidar su candidatura ganando la confianza de los ciudadanos para ella misma, ya que el dos de junio López Obrador no estará en la boleta electoral y por ende, ella debe construir su propio capital político porque de ganar la elección, será ella quien encabece el gobierno.

La tarea que Sheinbaum, aún con el apoyo de AMLO, del gabinete presidencial, de los gobernadores de Morena y de los partidos que conforman la alianza, no es sencilla, porque ante el desgaste del actual gobierno, están saliendo a la luz pública escándalos y denuncias de corrupción contra el presidente, familiares cercanos y colaboradores, que en las redes sociales y en la opinión de los ciudadanos, están originando una percepción de la conveniencia o inconveniencia de que siga el gobierno en manos de morena y aliados.

Los errores del presidente, desde ahora le están siendo cargados a Sheinbaum, como por ejemplo: las críticas a AMLO de representar un gobierno autoritario y de estar en contra de la democracia; de los ataques que ha realizado en contra de los organismos autónomos como el INE, IFAI, COFECE, CNDH y del Poder Judicial de la federación, de la opacidad y falta de transparencia en la asignación de las grandes obras de este gobierno como la construcción del AIFA, de la refinería de dos bocas, el tren maya, del tren transistmico, de la militarización del país que no ha frenado la inseguridad y la violencia, del aumento del número de homicidios dolosos en lo que va de este sexenio, del aumento de las desapariciones en todo el país, del aumento de los flujos migratorios que están llegando del sur y que se están quedando en México, de la crisis originada por un sistema de salud colapsado desde el mal manejo de la pandemia de la covid 19, de la falta de medicamentos para los niños enfermos de cáncer, de la indiferencia del presidente hacia las madres buscadoras de desaparecidos, de las demandas de los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, entre otros de los graves problemas de los que se responsabiliza al gobierno, que se comprometió a esclarecerlo y castigar a los responsables de su desaparición y muerte.

Si a lo anterior sumamos, la grave crisis de inseguridad y violencia que viven estados como Guerrero, Morelos, Tamaulipas, Veracruz, Chiapas, Michoacán, Sinaloa, Baja California, Zacatecas, Estado de México, Quintana Roo y a los que en esta última semana, se sumó Campeche, todos gobernados por Morena, donde los carteles del narcotráfico han hecho sentir su presencia, a través de la extorsión, el secuestro y el cobro de piso a los pequeños y medianos comercios, la situación se complica aún más, ya que  por un lado el discurso de Sheinbaum busca demostrar que la continuidad de la 4T es lo que más conviene al país y que las cosas se han hecho bien en beneficio de los mexicanos; ante la cruda realidad en la que viven los ciudadanos en dichos estados, cada vez surgen más voces que le cuestionan en los eventos, porque hasta ahora sólo se ha dedicado a tratar de justificar, lo injustificable y a vender un proyecto de nación, en la que millones de mexicanos bajo el discurso polarizante del presidente, han quedado excluidos.

Los días de campaña transcurridos, no nos han permitido ver el verdadero potencial y propuestas de quién seguramente gobernará el país, si las encuestas continúan favoreciéndole, su empeño por replicar el discurso y las ideas del presidente, la desubican y hacen que se cuelgue en todo momento de la popularidad y aceptación que sigue teniendo AMLO, confirmando la hipótesis de que de llegar al poder, se ceñirá a sus órdenes y que el mandatario aún sin estar sentado en la silla presidencial, seguirá dictando línea y gobernando el país, a través de su sucesora.

De darse el triunfo de Claudia Sheinbaum, no se vislumbra ni a corto, ni mediano plazo, un cambio en la situación que vive actualmente el país, porque el fracaso en el combate a la delincuencia y a la inseguridad, es una seria amenaza a la estabilidad social y económica que puede traducirse en la fuga de las inversiones extranjeras y que el nearshoring busque otros países que le garanticen a las empresas, un verdadero estado de derecho y que no se pongan en riesgo su capital.

Las elecciones en Estados Unidos al final de este año, también serán un factor determinante en la relación de México con nuestro vecino del norte, cuyos intereses, de persistir las políticas de la 4T se verán afectados, por el crecimiento de los cárteles del narcotráfico cuya poder y presencia impera en la tercera parte de nuestro país, sin que hasta este momento la candidata haya presentado una propuesta para frenarlos y devolver a los mexicanos la paz y seguridad en los estados.

*Director fundador del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla.

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