Domingo, 13 Julio 2025 20:36

La llamada a la compasión

Artículo | Compartiendo Diálogos Conmigo Mismo

ESCUCHA LA VOZ DEL SEÑOR: Revierte tus ojos al Creador e invierte tu tiempo en ofrenda, observa sus pautas y cumple sus mandatos. Deja que renazca el buen propósito, la voluntad de ayudar a otros y que nazca con fervor. Fórjese la comunidad reconciliadora con la unidad conciliadora. Acompañemos en el dolor a los doloridos, partiendo y repartiendo cargas, asistiendo con la efectiva mano alentadora en la dolencia y resistiendo en comunión afectiva.

I.- MENOS PALABRAS, MÁS HECHOS

El Señor nos pide residir en su pasión, 
persistir en lo auténtico de la entrega, 
en un hacer justo y en un relato noble,
para atesorar la decencia como medio, 
por la que nos enaltecemos de alegría.
  
Vivir en el gozo del querer es revivir, 
es volver a renacer y a nacer cada día; 
es percibirse acompañado y socorrido, 
sentirse más del cielo que de la tierra, 
hasta descubrirse más luz que sombra.  

Como hijos del eterno bien que somos, 
precisamos que este medio nos irradie,
nos transmita su sístole en los hechos, 
su convulsión de realidades donantes, 
ese júbilo que el mundo no puede dar. 

II.- MÁS SERVICIO, MENOS DOMINIO 

El apego franco de Jesús nos custodia, 
nos ha llevado a la sanación del alma, 
transfigurándonos en un corazón puro,  
tan transparente en sus níveos latidos, 
que nos vivifica al esclarecer la noche.

Pulsación a pulsación todo se hermana, 
se estimula el caminar con los andares, 
se realza el afán de crear y de recrearse, 
desposeído de todo poder que esclaviza,  
pues sólo la virtud fecunda las ilusiones. 

Además, seguir al Salvador nos levanta; 
nos alienta a mostrar el abrazo piadoso; 
sobre todo, hacia quien sufre la soledad;
nos enseña a tener compasión de todos; 
a no pasar de largo, sino a movilizarse.

III.- MÁS CERCANÍA, MENOS DISTANCIA 

Adorar a Dios es inclinarse en la cruz, 
trabajar la mente y laborar el espíritu, 
cultivar el culto con todas las fuerzas, 
amándolo sin reserva y queriéndonos, 
en cada momento existencial viviente. 

Bajo el amor de amar amor se resucita, 
y sobre la relación se reencarna el sol;
aurora que se requiere para ser tronco, 
para no estar alejados sino coaligados, 
que es como se anida en verso la vida. 

Que el Señor nos abra los ojos internos,
y nos de también la aptitud y el coraje, 
de un vivir desposeído de patrimonios, 
perennemente desvivido por los demás, 
haciendo nuestras sus penas en poema.

Víctor CORCOBA HERRERO
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Domingo, 06 Julio 2025 20:42

Que la creación glorifique al creador

Artículo | Compartiendo Diálogos Conmigo Mismo

EL REINO DE DIOS HA LLEGADO A NOSOTROS: El Padre reveló plenamente su amor, al enviar a su Hijo en medio de nosotros, lleno de bondad y verdad. Nuestro cometido está en ser poetas, servidores unos de otros, obreros en aclamación conciliadora; impregnados de espíritu suplicante en verso, que es lo que nos vuelve y nos envuelve, de pulsos y de pausas el verbo. 

I.- PONERSE EN CAMINO: 
PARA LA MISIÓN EVANGELIZADORA

Somos gente en camino que camina, 
por vías que nos suben o nos apean, 
por veredas que forjan o nos hunden, 
por sendas de luz o rutas tenebrosas, 
que nos robustecen o nos denigran. 

Por sí mismo, nada somos, es cierto; 
pero sí que lo somos todo en todos,
unidos y reunidos a corazón abierto, 
aliviados del egoísmo que nos mata, 
y desposeídos de esta selva de lobos. 

Lo importante es tomar conciencia, 
de lo que uno es y de lo que anhela,
de lo que busca y de lo que embiste
de lo que combate y explora para sí, 
hasta sentir al enemigo como amigo. 
 
II.- LA MISIÓN DE REPONERSE: 
HACIA EL CAMINO DE LA EVANGELIZACIÓN 

Renovarse en el andar es recobrarse, 
es rehacerse y animar el ser interior, 
es vivificarse en comunión y unidad, 
es perseverar en la llamada celestial, 
y despojarse de mundo que deprava. 

Regrese el concierto de la recogida,
renuévese el crecimiento espiritual, 
renazca la vida íntima de cada cual, 
brote el fecundo brío del dulce gozo, 
el testimonio viviente del amor vivo. 

Jesús es el rastro y el rostro a seguir, 
es nuestra meta y nuestro horizonte, 
el reencuentro y la esperanza eterna; 
tan sólo hay que reponerse a su lado, 
y apoyarse en su pasión bienhechora. 

III.- EL CELO APOSTÓLICO DE LA MISIÓN: 
PARA QUE EL MUNDO SE FRATERNICE 

El cultivo de la creatividad nos crea, 
y además nos recrea en el quehacer; 
de asistir al desconsolado hermano,
y de insistir con la hoja de servicio,   
cubierta y recubierta por la caridad.

No hay obsequio más enciclopédico, 
que verse en el querer para quererse, 
para ser de Dios y a Dios repatriarse; 
pues su sagrada patria nos esclarece, 
en un vivir desvivido por vivir en Él.

Junto al Redentor nada es indiferente, 
todo se sustenta en el continuo obrar, 
que no es otro que el don de amarse, 
para poder amar lo que nos circunda, 
y sentir el vínculo que nos fraterniza. 

Víctor CORCOBA HERRERO
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Artículo | Compartiendo Diálogos Conmigo Mismo

EL HIJO DE DIOS VIVO, NOS RECONCILIA: Viviendo el seguimiento y anunciando el Evangelio, ahondamos en la mística búsqueda y penetramos en su contemplativa, con los ojos del corazón. No hace falta mover los labios para concebir la grandeza Omnipotente, ni remover tampoco los sentimientos; pues, la certeza, nos lleva a abrirnos al amor y a reabrirnos a morar como personas que se sienten prendadas por el Padre, redimidas por el Hijo y fortalecidas por el Paráclito.

I.- SIN CRISTO ANDAMOS PERDIDOS 

Nada somos sin Cristo al lado, 
necesitamos sentirlo para ser; 
y al ser, florecemos a la vida; 
para reencontrarnos con Dios, 
y refundirnos con su Vocablo.

La firme llamada es un signo, 
de que el Señor está conmigo, 
de que tampoco nos abandona, 
de que nos acompaña a diario, 
creciéndonos de amor la savia. 

Es el pan bajado del Altísimo, 
lo que nos alienta y alimenta, 
lo que nos sustenta y sostiene, 
lo que nos imprime esperanza: 
un pedazo de cielo en el alma. 

II.- CON CRISTO FLORECEMOS ETÉREOS 

Por el mundo estamos de paso,
hay que despojarse de mandos, 
desmembrarse de perversiones, 
y desnutrirse de corrupciones,  
para en verso nutrirse de besos.

Jesucristo ha trazado la senda, 
nos ha nombrado a su calzada;  
sólo hay que seguirle a diario, 
asistir a su invocación siempre, 
y desistir de sembrar maldades. 

Lo importante es regenerarse, 
llenarse de su pasión gloriosa, 
vaciarse de todas las malicias, 
para envolverse de serenidad, 
y retornar al torno purificador. 

III.- BAJO EL SEÑOR TODO ES EXISTENCIA 

Justos sean los vientos eternos,
que nos eximen de las ofensas, 
volviéndonos amigos de Dios, 
al paladear del verdadero pan, 
y al ingerir de semejante cáliz. 

Alcancemos el huerto viviente, 
obremos con la mística divina,  
salgamos de la usura humana, 
entremos en la reconstrucción,
con el propósito de ofrecernos. 

Entregarnos al poder de Dios, 
es darnos a la dicha del querer; 
querer que centellea su verdad, 
que irradia su rayo de bondad, 
pues buscando el bien se halla. 

Víctor CORCOBA HERRERO
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Lunes, 23 Junio 2025 10:41

Convertirnos en don de amor

Reflexión Poética | Compartiendo Diálogos Conmigo Mismo

UNIDOS A JESÚS EN LA EUCARÍSTIA: Conciliarnos con Dios es recordar la nueva alianza y acordar la realización del evento salvífico. Ojalá despertemos ante este maravilloso don del Altísimo, bajemos de nuestro endiosamiento y subamos con estimulante humildad a la plegaria eucarística. Es el Crucificado por nosotros, el que nos ha salvado; el que nos imprime la fuerza de vivir y de querernos, el que nos transforma y nos sacia de luz los aconteceres.  

I.- LA ETERNA ACCIÓN DE GRACIAS; 
NO TIENE ESPERA EN EL MEMORIAL

Cada día es un nuevo despertar,
y un nuevo agradecer al Señor; 
un naciente recibir y ofrecerse,
mucho más etéreo que mortal,
pues a Dios hemos de retornar.

Esta vida que Jesús nos otorga, 
criada en el amor y en el amar,
seguida por el darse y donarse, 
sin cansarse nunca de hacerlo,
como penitentes en la esencia. 

Regresar al reino de la belleza, 
es volver a la divinidad celeste, 
vivificarse de todas las caídas, 
para envolverse en su pureza, 
y de impurezas desenvolverse.

II.- LA ESPERA EN EL BANQUETE DEL CIELO; 
SÍ TIENE ESPERA EN LA ESPERANZA 

El Altísimo reaparece pequeño,  
como un trozo de pan enérgico, 
y justamente por eso es capital,
un espíritu glorioso para vivirlo, 
reconocerle, venerar y acogerlo. 

El Señor nos acompaña a diario,
nos pide ahogos y se amarga Él, 
no reclama nada y lo dona todo, 
comparte dolores y reparte paz,
hasta ser parte de nuestro andar. 

Dejémonos alentar y alimentar, 
tomemos la imagen eucarística, 
y vivámosla mar adentro con fe; 
nos saciará de caridad e ilusión,
vertiendo alegría y no lágrimas. 

III.- EL PULSO CON PAUSA EN EL ALMA;
NO DESESPERE EN LA ESPERA EL CUERPO

Todo tiene su instante precioso
y preciso para batirse y renacer, 
para reencontrarse y concebirse, 
para abrir los ojos y acariciarse, 
pues uno es para los corazones. 

Sin el latir del uno para el otro, 
nada se reviste y viste integral, 
todo se reúne para sí y fenece, 
en su miseria de poder y fango, 
lo que no somos al ser de Dios. 

Ven a permear nuestra crónica, 
Cristo Jesús, dador de caminos. 
Álzanos y reálzanos de quietud, 
sé el foco de nuestro ministerio,  
y la lámpara que nos fraternice.

Víctor CORCOBA HERRERO
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