Domingo, 04 Mayo 2025 07:54

El diferendo Zedillo - Sheinbaum

En el fragor de la polémica que se desató en el país en las últimas semanas, por la transmisión de los spots de la Secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos Kristi Noem en contra de los migrantes, acusándolos de ser delincuentes y advirtiéndoles de las consecuencias que sufrirán en caso de intentar ingresar a territorio estadounidense en forma ilegal, mediante una campaña millonaria a nivel internacional y que fue difundida en las televisión mexicana en horarios estelares y en los partidos de futbol de la liga MX.

Lo que desató el rechazo de la presidenta Claudia Sheinbaum y de las bancadas de todos los partidos con representación en ambas cámaras del poder legislativo y que dio paso a que la presidenta, con el afán de evitar que este tipo de publicidad de un país extranjero se difundiera en medios mexicanos  presentara su iniciativa de reforma a la ley de telecomunicaciones y radiodifusión que muchos críticos y analistas como el periodista Raymundo Riva Palacio han calificado como:” centralista, autoritaria y de control social y político” y otros que la han calificado como “ley censura”, por su contenido y el control que el estado pretende ahora ejercer en contra de la libertad de expresión.

Las criticas a la iniciativa y las descalificaciones en contra de la presidenta a quien se ha acusado de autoritaria, la obligaron a frenar  su aprobación, por lo que el Senado de la República, está convocando a un conversatorio, para escuchar las opiniones de expertos, académicos y de organizaciones de la sociedad civil, que de ninguna manera los obligan a ser tomadas en cuenta para una eventual modificación del texto de la iniciativa, como hubiera ocurrido en el ejercicio de un parlamento abierto, lo que significa que la estrategia del oficialismo, es ganar tiempo con otros distractores, para que al final se eche a andar la maquinaria legislativa y se apruebe el proyecto sin ningún cambio o con modificaciones mínimas, justificando que se escuchó al pueblo y que ellos manifestaron su aprobación, como ocurrió en los foros para la reforma al poder judicial.

Así en pleno debate público, por la eventual aprobación de la iniciativa de reformas a la ley de telecomunicaciones y radiodifusión, el ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, publicó en la Revista Letras Libres un artículo denominado: “México: de la democracia a la tiranía”  donde hace una crítica y cuestiona la reforma judicial impulsada por el ex presidente AMLO al señalar: “La reforma hoy en marcha destruye todos esos avances, politiza la impartición de justicia, y somete a la corte a los intereses de un solo partido: las formas con las que el oficialismo ha impuesto su iniciativa- con mentiras, extorsiones y fraudes a la Constitución- dibujan de cuerpo entero un proyecto político que desprecia la ley, la división de poderes y finalmente la democracia. La eliminación de organismos autónomos, la ampliación de la prisión preventiva oficiosa, la desaparición del derecho efectivo a la transparencia, la cooptación de las fuerzas armadas y la captura del poder judicial -todas ellas acciones emprendidas por
el partido gobernante- dejan al descubierto que la “transformación” buscada por Morena consiste en acabar con la joven democracia mexicana y construir en su lugar un régimen tiránico”

El artículo por su contenido y reflexiones vale la pena, analizarlo; resalta además el hecho de que el expresidente decide volver a opinar sobre asuntos de la vida pública del país, obligado por el hecho de la aprobación de la reforma judicial y por el golpe a la democracia que ha significado la aprobación de las reformas de lo que se ha denominado como el segundo piso de la 4T impulsadas al final del sexenio de AMLO y por la actual presidenta.

La reacción de Claudia Sheinbaum a la publicación del artículo, no se hizo esperar por lo que en su conferencia mañanera, dio respuesta acusándolo de que ahora resulta que Zedillo es un demócrata y del que califico como el mayor fraude de la historia de México con el FOBAPROA, entre otros cuestionamientos a su gobierno.

En una segunda carta Zedillo respondió a la presidenta y le aclaró que el fobaproa fue sometido a una auditoria externa por un profesional independiente del extranjero y que sus resultados fueron dados a conocer en su momento y le pidió a la presidenta a su vez -se realicen auditorias independientes sobre la destrucción del NAIM en Texcoco, la construcción de la refinería dos bocas y el Tren Maya.

La respuesta de la presidenta ha sido, en el sentido de descalificar las acusaciones de Zedillo, sin dar respuesta a sus argumentos, sólo con calumnias, insultos y amenazas.

También la presidenta ignoró la propuesta de Zedillo de que se nombre un auditor internacional independiente, que audite el fobaproa y las obras insignia del expresidente AMLO y ahora su respuesta se centró en pedir se investigue a Zedillo por sus presuntos nexos con el crimen ante la difusión después de 25 años de unas grabaciones presuntamente entre la esposa del expresidente Ernesto Zedillo, Nilda Patricia, con el líder del cartel de Colima Jesús Amezcua Contreras casualmente dadas a conocer  por el hijo del general Jesús Gutiérrez Rebollo, César Gutiérrez Priego, quién busca ser electo como Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que seguramente pretende cobrar el favor al oficialismo pidiendo ser apoyado para ganar la elección el próximo 1 de junio.

La confrontación entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el expresidente Ernesto Zedillo continuara seguramente los próximos días, mientras las presiones del presidente de Estados Unidos Donald Trump sobre el gobierno mexicano y la presidenta continuarán.

Bajo este escenario los ciudadanos lo que deseamos es que se aclaren las acusaciones y que realmente se transparenten todas las acciones de gobierno de los expresidentes, sin importar su filiación política, por el bien de México, ya que en la época moderna somos el único país de América latina, donde ningún expresidente ha sido llamado a cuentas ante la justicia y menos aún pisado la cárcel por los delitos y faltas cometidos durante su gobierno.

*director fundador del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla.

Publicado en COLUMNAS
Lunes, 19 Septiembre 2016 17:54

La reestructuración del PRI

Columna | P u l s o    P o l i t i c o

  La necesidad de reestructurar al Partido Revolucionario Institucional, en Puebla y tal vez en todo el país, viene de hace mucho tiempo, pero sus dirigentes hasta ahora han tomado cartas en el asunto.

  Como partido hegemónico que fue, el PRI siempre tuvo la mejor estructura, la mejor organización.

  A raíz de la llegada del grupo tecnocrático al poder, encabezado por Carlos Salinas de Gortari, esa estructura y esa organización, empezó a “hacer agua”. Fue una medida perversamente aplicada, pues la intención de ese grupo era acabar con el partido surgido de la Revolución Mexicana de 1910, para sustituirlo por otro que se apegara a los intereses de ese grupo, formado en los Estados Unidos y fiel servidor de las políticas estadounidenses para América Latina.

  Cuando Salinas arribó a la Presidencia de la República, su primera medida fue eliminar a los políticos formados en las filas del PRI y sustituirlos con tecnócratas egresados con honores o sin ellos, en prestigiosas universidades del país vecino.

  Los priistas tradicionales, ya sin cargo, poco a poco fueron desapareciendo del panorama político de México.

  Los jóvenes con aspiraciones dentro de la administración pública, empezaron a emigrar para estudiar en universidades gringas, pues tener titulo de licenciatura, de cualquier universidad mexicana, ya era totalmente insuficiente. Los doctores graduados en Harvard y en cualquier otra institución de prestigio de los Estados Unidos, aseguraban empleos de calidad en todo sentido, dentro del sistema político mexicano. Y así tuvimos durante dos sexenios, gobiernos federales conformados por mentes brillantes formadas en universidades extranjeras, primordialmente, del vecino del norte.

  Hasta a los gobernadores les tocó “la modernización” impulsada por el salinismo: la mitad de ellos fueron “renunciados y sustituidos por gente afín al nuevo grupo de tecnócratas”, sin que nadie protestara, sin que nadie dijera nada. Claro, los priistas siempre han sido institucionales.

  Y así como los diferentes gobiernos, en aparente o real complicidad, fueron contribuyendo a deteriorar a Pemex, la empresa emblemática del Estado Mexicano, hasta llegar a su real privatización, así también se fue desmantelando al PRI hasta llegar a la entrega del poder al PAN, partido de derecha y eterno adversario del liberalismo representado por el Revolucionario Institucional.

  Bueno, pues en los tiempos de Ernesto Zedillo, el tecnócrata que sucedió a Salinas, los priistas hicieron un intento de rebelión, al exigir que el candidato a la Presidencia, para suceder a Zedillo, fuera un político y no un tecnócrata.

  El deseo del “populacho” fue cumplido, pero lo que nadie esperaba, fue que ese aparente triunfo priista, fuera revertido el día de la elección, cuando el propio Presidente, salió, cuando todavía había casillas abiertas para recibir el voto ciudadano, a anunciar el triunfo del candidato panista Vicente Fox.

   Lo demás es historia que todavía no acaba, pues el desastre provocado por los gobiernos panistas, todavía lo estamos sufriendo, sobre todo ese de la “guerra al narcotráfico”.

  “Lo que los gobiernos hacen, su partido lo resiente”, dijo hace muy poco Manlio Fabio Beltrones, un político hecho en México, cuando renunció a la presidencia de su partido.

  Y en este caso, lo que el PRI resintió desde que Salinas llegó al poder, fue su desestructuración, su desorganización.

  En Puebla, a raíz del triunfo de la alianza partidista en el 2010, el PRI quedó hecho trizas. Desaparecieron o dejaron de funcionar sus comités municipales y seccionales, la base de su organización.

  Y ha sido hasta hace unas semanas, cuando el dirigente estatal priista, Jorge Charbel Estefan Chidiac, ha anunciado la reorganización de sus comités municipales, que constituyen el alma del priismo local.

  La clave para que la elección de los nuevos comités en los 217 municipios tenga éxito, es la selección cuidadosa de los delegados del comité estatal para cada municipio.

  Honestidad y seriedad, además de conocimiento real del partido, son virtudes necesarias para quienes van a dar principio al proceso de reestructuración.

  Sin renovar y fortalecer la estructura y la organización del partido, no podrá hablarse de unidad. La unidad del PRI en la entidad, es sumamente necesaria para que ese partido pueda recobrar el poder en el 2018 y esa unidad, deberá pasar forzosamente por una previa recomposición de sus órganos de dirigencia.

  El trabajo ya ha empezado, ojalá y sea exitoso. Hay que cuidar mucho que en este proyecto no intervengan intrigantes de tiempo completo, ni oportunistas que lo único que buscan es poder y dinero, sin siquiera tener idea de qué es y qué significa el dicen, es su partido.

Publicado en COLUMNAS

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos