SUDAN DEL SUR. - En su homilía de la Misa celebrada ante el Mausoleo “John Garang” de Yuba, el Papa Francisco animó a los fieles de Sudán del Sur a volverse luminosos, irradiando la luz de Dios, acogiendo la luz de Cristo, y a ser sal también en esta tierra, a pesar de las heridas, la violencia que alimenta el veneno del odio, y la iniquidad que provoca miseria y pobreza

Tras haber saludado al personal y a los benefactores de la Nunciatura Apostólica en Yuba este domingo el Papa Francisco se dirigió en automóvil al Mausoleo “John Garang”, distante poco más de 2 km, al igual que el arzobispo de Canterbury y el Moderador general de la Iglesia de Escocia que lo acompañan en esta última etapa del viaje apostólico, en que primero estuvo en la República Democrática del Congo y ahora, concluye en Sudán del Sur.

A su llegada al Mausoleo el Santo Padre, antes de celebrar la Misa pasó entre los fieles a bordo del papamóvil, junto al arzobispo de Yuba para saludarlos en la gran plaza que puede acoger a poco más de cincuenta mil personas.

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