• En los últimos casi 140 años, Estados Unidos ha deportado a más de 57 millones de personas; de ellas, nueve de cada 10 son de origen mexicano, reveló el Dr. Adam Goodman, autor del libro La máquina de deportación. La larga historia de expulsión de inmigrantes de Estados Unidos.

En la presentación realizada por el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE) de la IBERO Puebla en vinculación con el Departamento de Historia, la Maestría de Asuntos Migratorios de la IBERO Ciudad de México y la Coordinación Sistémica con Migrantes del Sistema Universitario Jesuita, el Dr. Goodman detalló que, en el último siglo, autoridades estadounidenses han deportado a más personas en comparación con el número de las que han recibido la residencia legal, a partir de lo cual se cuestiona el mito de Estados Unidos como una nación de inmigrantes.

En el libro, señaló su autor, se aborda la expulsión de migrantes desde tres mecanismos: la deportación formal, la salida “voluntaria” y la autodeportación. Estas últimas, dijo, han sido las menos abordadas en los estudios sobre migraciones.

Sobre la salida voluntaria, indicó, ha sido el mecanismo por el que se ha deportado a aproximadamente el 85% de las personas y consiste en expulsiones rápidas mediante decisiones administrativas cuando un agente detiene a un migrante irregular, siendo un mecanismo unilateral e implementado bajo amenazas para coaccionar a las personas a firmar los acuerdos. “Es la mejor opción de todas las malas opciones”.

Con relación a la autodeportación, el Dr. Goodman precisó que es un mecanismo que busca “hacer la vida miserable” de las personas migrantes, a través de redadas, campañas, leyes restrictivas, amenazas de uso de violencia y el uso de los medios de comunicación, lo que las orilla a abandonar el país de manera voluntaria.

Estereotipo de mexicano como migrante “ilegal”

Otro de los abordajes del libro del Dr. Adam Goodman es la creación del estereotipo de los migrantes mexicanos como migrantes “ilegales”.

Al respecto, el académico de la Universidad de Illinois Chicago puntualizó que, si bien las autoridades de Estados Unidos expulsan a personas de diferentes nacionalidades, se han concentrado particularmente en deportar mexicanos durante buena parte del siglo XX, reforzando el estereotipo como prototipo de migrantes “ilegales”, para así justificar el “tratamiento horrible” del que son víctimas.

De igual forma mostró que la deportación ha sido un negocio lucrativo, donde empresas privadas han jugado un papel importante en las políticas migratorias y su implementación. Como ejemplo puso un caso de los años 50 donde empresas mexicanas fueron contratadas por los gobiernos para mover 50,000 migrantes de Port Isabel, Texas, a Veracruz. “Subían con plátanos hacia Alabama y regresaban al sur con migrantes”.

La máquina de deportación: en beneficio de unos cuantos

Por su parte, el Dr. Guillermo Yrizar Barbosa, académico de Asuntos Migratorios del IDHIE, señaló que, desde su interpretación, la máquina de deportación “es una compleja herramienta sociopolítica de control que ha funcionado para excluir y separar personas, familias y comunidades, en beneficio de unos cuantos y en perjuicio de millones”.

El Dr. Yrizar Barbosa resaltó que la larga historia de expulsión de migrantes por parte de Estados Unidos es también una “larga y oscura historia” de la cooperación de México en el maltrato y violación de derechos humanos de personas migrantes.

“Tristemente, en su libro Adam nos muestra que una mercancía específica, los plátanos de Tabasco, recibían un mejor trato, pues tenían aire acondicionado, que cientos de familias mexicanas expulsadas como ‘sardinas’ en un barco de carga, sufriendo un infierno de varios días al no contar con condiciones mínimas de dignidad en su viaje”.

Recordó que, en 2019, el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM) en México, al referirse a la expulsión de más de 300 personas de la India, dijo “es un aviso para toda la migración transcontinental de que así sean de Marte, ¡los vamos a mandar hasta la India, hasta Camerún, hasta el África!”.

Ante ello, hizo una invitación a la academia, la sociedad civil organizada, y particular a las autoridades migratorias mexicanas, a que lean este libro, para “dejar de ver a las personas migrantes en México como animales o como mercancías, y que las veamos como seres humanos, con derechos, con familias, con sueños y planes; con vicios y virtudes; con hambre, con sed y sueño. Con dignidad.”

Estados Unidos, rehén de su racismo y xenofobia

Durante su intervención, la Dra. Audrey Hudgins, profesora en la Universidad de Seattle, resaltó que el libro ofrece un planteamiento de que “las y los migrantes mexicanos en Estados Unidos son personas muy valientes y persistentes en un país que está siendo rehén de su historia racista y xenófoba”, convirtiéndose en una nación “hecha por” y “en contra de” inmigrantes de todo el mundo.

La Dra. Hudgins indicó que, durante los últimos casi 20 años, es decir, a partir de los ataques del 11 de septiembre, el Departamento de Seguridad Nacional ha gastado 333,000 millones de dólares en control de migración, lo que equivale a una cuarta parte del producto interno bruto de México.

“El libro de Adam destaca todas las razones por las que debemos honrar a las y los inmigrantes por sus sacrificios, en particular a migrantes internacionales de México, quienes han soportado una carga desproporcionada” de la máquina de deportación.

Ante el contexto de la deportación y el inicio de la Administración Biden, la Dra. Hudgins manifestó que solo se puede esperar que “tomen todas o algunas de estas lecciones en serio a medida que avanza con una muy esperada y muy necesaria reforma migratoria”.

Publicado en EMBAJADA