En su reflexión a la hora del Ángelus el Pontífice aseguró que el camino del amor “en pérdida” el único que conduce al Cielo

Ciudad del Vaticano.- Convertirse para dar testimonio de una Iglesia que libre de mentalidad mundana, se inclina ante los más débiles para servirlos con amor y sencillez: fue éste el llamado del Santo Padre Francisco a la hora del Ángelus del tercer domingo de octubre. Ante los fieles congregados en una luminosa plaza de San Pedro, el Papa centró su reflexión en el Evangelio de Marcos, (cf. Mc 10, 35-45) que describe a Jesús tratando pacientemente de “corregir a sus discípulos convirtiéndolos de la mentalidad del mundo a la de Dios”.

La búsqueda de los primeros lugares

Recorriendo el relato evangélico, Francisco explica a través de los protagonistas, los discípulos Santiago y Juan, cuál es el verdadero camino que conduce al Cielo. El Papa relata que ellos, esperan ansiosamente que el Señor instaure el Reino de Dios y los siente, en su gloria, uno a la derecha y el otro a la izquierda, junto a Él. 

El espíritu mundano que contamina el mundo

El Santo Padre evidencia que el Señor sabe que Santiago y Juan, aun llenos de entusiasmo por la causa del Reino, están “contaminados por el espíritu del mundo”. “Mientras ellos hablaban de ‘tronos de gloria’ sobre los que sentarse junto a Cristo Rey – señala el Obispo de Roma -  Él habla de una "cáliz" para beber, de un "bautismo" para recibir, es decir, de su pasión y muerte”. porque “ellos también, como los otros Apóstoles, participarán de su cruz, cuando llegue su hora”.

Elegir el camino del amor “en pérdida”

El Papa señala que Jesús quiere enseñar a sus discípulos el camino del amor "en pérdida",   a no pensar en el 'premio' del que se ocupará el Padre.

“ El camino del amor es siempre ‘en pérdida’ porque amar significa dejar de lado el egoísmo, la autorreferencialidad, para servir a los demás ”

La regla del cristiano

El mensaje del Señor es claro, evidencia el Papa: "mientras los grandes de la Tierra construyen 'tronos' para su propio poder, Dios elige un trono incómodo, la cruz, desde la cual reinar dando su vida": porque "El Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate de muchos".

Iglesia al servicio de los últimos

“El camino del servicio es el antídoto más eficaz contra el morbo de la búsqueda de los primeros lugares, es la medicina para los trepadores, esta búsqueda de los primeros puestos que contagia a muchos contextos humanos y no perdona ni siquiera a los cristianos, al pueblo de Dios, como tampoco a la jerarquía eclesiástica” asegura el Pontífice. Y concluyendo su reflexión, insta a recibir este Evangelio como una “llamada a la conversión, a dar testimonio con valentía y generosidad de una Iglesia que se inclina a los pies de los últimos, para servirles con amor y sencillez”.

Publicado en RELIGIÓN

En la homilía del Pontífice, la oración para que los Padres sinodales no se dejen "asfixiar y aplastar por los profetas de calamidades y desventuras" y sean capaces "de encontrar espacios para inflamar el corazón y discernir los caminos del Espíritu".

“Que el Espíritu nos dé la gracia de ser Padres sinodales ungidos con el don de los sueños y de la esperanza para que podamos, a su vez, ungir a nuestros jóvenes con el don de la profecía y la visión”: fueron las palabras del Papa Francisco en la misa inaugural de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que centrará sus trabajos en “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, tema de la Asamblea.
Obispos capaces de soñar y contagiar esperanzas.

En una soleada plaza de San Pedro, Francisco se dirige a los presentes congregados invocando, al comienzo de la homilía, al Espíritu Santo para que, en este "momento de gracia" que es el Sínodo, "ayude a hacer memoria y  a reavivar las palabras del Señor" y suscite "el ardor y la pasión por Jesús". “Memoria que puede despertar y renovar en nosotros la capacidad de soñar y esperar. Porque sabemos – asegura el Papa - que nuestros jóvenes serán capaces de profecía y visión en la medida en que nosotros, ya adultos o ancianos, seamos capaces de soñar y así contagiar y compartir los sueños y esperanzas que llevamos en nuestros corazones”.
No dejarse asfixiar por los propios límites.

El Papa reza al Espíritu para que los Padres sinodales no se dejen "asfixiar y aplastar por los profetas de calamidades y del infortunio" o por sus propios "límites, errores y pecados", sino que sean capaces "de encontrar espacios para inflamar el corazón y discernir los caminos del Espíritu".

Afectuosa bienvenida a los obispos de China Continental

Después de haber dado una "cálida bienvenida" a los dos obispos de China Continental que "por primera vez" pueden participar en un Sínodo, el Papa espera que este "nuevo encuentro eclesial" pueda ser "capaz de ensanchar horizontes, dilatar el corazón y transformar aquellas estructuras que hoy nos paralizan, nos separan y nos alejan de nuestros jóvenes, dejándolos a la intemperie y huérfanos de una comunidad de fe que los sostenga, de un horizonte de sentido y de vida (cfr. Exhortación a los Apóstoles Evangelii Gaudium, 49)".

Romper con el conformismo del "siempre ha sido así"

"La esperanza nos desafía -dice el Papa-, nos moviliza y rompe el conformismo del ‘siempre ha sido así’, y nos pide que nos levantemos para mirar de frente el  rostro de los jóvenes y las situaciones en las que se encuentran. La misma esperanza nos pide que trabajemos para revertir las situaciones de precariedad, exclusión y violencia a las que están expuestos nuestros muchachos.

No dejar solos a los jóvenes en manos de mercantes de muerte

Los jóvenes, fruto de muchas de las decisiones tomadas en el pasado, nos llaman a asumir junto con ellos el presente con mayor compromiso y a luchar contra lo que de alguna manera impide que sus vidas se desarrollen con dignidad. Nos piden y reclaman una entrega creativa, una dinámica inteligente, entusiasta y esperanzadora, y que ‘no los dejemos solos’ en manos de tantos mercaderes de la muerte que oprimen sus vidas y oscurecen su visión.
Alertas ante la lógica de la autopreservación

Francisco pide a los Padres sinodales que se escuchen unos a otros “para discernir juntos lo que el Señor está pidiendo a su Iglesia". Y esto – señala el Pontífice - requiere estar alertas y velar para que no prevalezca la lógica de la autopreservación y la autorreferencialidad, que termina convirtiendo en importante lo superfluo y haciendo superfluo lo importante".

Escuchar a Dios, para no caer en posturas eticistas o elitistas

Es necesario "escuchar a Dios, escuchar con él el clamor del pueblo; escuchar al pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama" (cf. Discurso en la vigilia de oración de preparación al Sínodo sobre la Familia, 4 de octubre de 2014). Hay que evitar la "tentación de caer en posiciones eticistas o elitistas y también en la atracción por ideologías abstractas que no se corresponden nunca con la realidad de nuestro pueblo.

La luz que alumbra el porvenir de los jóvenes

El Papa cita el Mensaje a los jóvenes de Pablo VI al final del Concilio Vaticano II, en los años '60: "Durante cuatro años la Iglesia ha trabajado para rejuvenecer su rostro, para corresponder mejor al designio de su fundador, el gran Viviente, Cristo,  eternamente joven. Y al final de esta impresionante "reforma de vida", se dirige a vosotros: es para vosotros, jóvenes, sobre todo para vosotros,  que la Iglesia con su Concilio  acaba de encender  una luz, luz que alumbrará el porvenir, vuestro porvenir”. Y concluye:

“ Padres sinodales, la Iglesia los mira con confianza y amor ”

El saludo del Papa a los 30 peregrinos chinos y vietnamitas

Antes de llegar al atrio de la Basílica de San Pedro para la celebración, delante de la capilla de la Piedad, el Papa Francisco quiso saludar personalmente a 30 peregrinos, chinos y vietnamitas, que actualmente viven también en Filipinas y América del Norte, llegados a Roma por la peregrinación promovida por la congregación de San Juan Bautista - fundada por el misionero belga Vincent Labbe - con ocasión de la celebración de los 90 años de misión al servicio del pueblo chino.

Publicado en RELIGIÓN

El Papa Francisco en su alocución previa al Ángelus, retomando la pregunta del Evangelio de hoy: ¿Quién es Jesús?, nos recuerda que la profesión de fe en Jesucristo no se detiene ante las palabras, sino que pide ser autenticada por elecciones y gestos concretos, por una vida marcada por el amor de Dios y del prójimo

“Jesús nos dice que, para seguirlo, para ser sus discípulos, es necesario renunciar a nosotros mismos, o sea, renunciar a las pretensiones del orgullo propio, egoísta, y tomar la propia cruz”.

Antes de interpelar directamente a los Doce, dijo el Papa, Jesús quiere saber de ellos que piensa de él la gente, y sabe bien que los discípulos son muy sensibles a la popularidad del Maestro.  Pero en realidad, como dijo Francisco, a Jesús no le interesan los sondeos y el chismorreo de la gente. Él no acepta ni siquiera que sus discípulos respondan a sus preguntas con fórmulas ya elaboradas, citando personajes famosos de la Sagrada Escritura, porque una fe que se reduce a las fórmulas es una fe miope.

Instaurar una relación personal con Cristo

Porque como dijo el Pontífice, el Señor quiere que sus discípulos de ayer y de hoy instauren con Él una relación personal, y así lo acojan como el centro de sus vidas. Por esto los empuja a reflexionar sobre sí mismos, y les pregunta: "Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?".

Pero esta pregunta de Jesús, directa y confidencial, hoy va dirigida a cada uno de nosotros: “¿quién soy yo para ti?”. Porque como dijo el Santo Padre, cada uno está llamado a responder, dentro de sí mismo, dejándose iluminar por la luz que el Padre nos da para conocer a su Hijo Jesús.  Y nos puede pasar también a nosotros, como a Pedro, que afirmemos con entusiasmo: "Tú eres el Mesías".

La profesión de fe no se detiene ante las palabras

La misión de Jesús no se cumple en el largo camino del éxito, sino que, en el arduo sendero del Siervo sufriente, humillado, rechazado y crucificado, entonces, afirmó el Papa, nos puede pasar también a nosotros, como a Pedro, que protestemos y nos rebelemos, porque esto contrasta con nuestras expectativas. “En esos momentos, también nosotros merecemos el sano regaño de Jesús: ‘¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres’”.

Jesús nos da a todos, una regla fundamental: “El que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará". Para entender esta paradoja, dijo el Papa, es necesario recordar que nuestra más profunda vocación es el amor, porque estamos hechos a imagen de Dios que es amor. A menudo en la vida, por tantos motivos, nos equivocamos de camino, buscando la felicidad en las cosas, o en las personas que las tratamos como si fueran cosas.

Pero Francisco nos dijo que la felicidad la encontramos solamente cuando el amor, el verdadero, nos encuentra, nos sorprende, nos cambia. “Lo demuestran los testimonios de los santos”. Afirmó el Papa concluyendo su alocución pidiendo a la Virgen que nos ayude a caminar en su camino, gastando generosamente nuestra vida por Él y sus hermanos.

Publicado en RELIGIÓN

El Santo Padre reflexionó sobre el Evangelio Dominical (cf. Mc 7,31-37) que relata la milagrosa curación de Jesús a un sordomudo, y explicó que el modo de actuar del Maestro, "siempre discreto", es el estilo que todos los cristianos estamos llamados a imitar.

Ciudad del Vaticano.- En la soleada mañana del 9 de septiembre, XXIII Domingo del tiempo ordinario, el Papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus junto a miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.

Actuar como Jesús: hacer el bien con discreción

Reflexionando sobre el Evangelio Dominical (cf. Mc 7,31-37), que relata la milagrosa curación de Jesús a un sordomudo entre la multitud que lo seguía en las proximidades del mar de Galilea, el Santo Padre destaca la forma de actuar que caracteriza al Señor:

"Siempre con discreción. No quiere impresionar a la gente, no está en la búsqueda de popularidad o éxito, sino que sólo quiere hacer el bien a las personas. Con esta actitud, Él nos enseña que el bien debe hacerse sin clamores y sin ostentación, sin hacer sonar la trompeta, va realizado en silencio".

El Hijo de Dios comprende el dolor humano e interviene

En cuanto al gesto sanador perpetrado por el Maestro, quien "pone sus dedos en los oídos del sordomudo y con su saliva le toca la lengua"; el Pontífice explica que hace referencia a la Encarnación:

Ángelus del Papa del 9 de septiembre de 2018.- "El Hijo de Dios es un hombre plenamente integrado en la realidad humana, por lo tanto, puede comprender la condición dolorosa de otro hombre e interviene con un gesto en el que está implicada toda su propia humanidad", asegura Francisco haciendo hincapié en que, al mismo tiempo, Jesús quiere hacer entender que el milagro se produce por su unión con el Padre:

«Por esta razón, levantó su mirada al cielo. Luego suspiró y pronunció la palabra resolutiva: "Effatá", que significa "Ábrete". Y al instante el hombre fue sanado: sus oídos se abieron, su lengua se soltó. La sanación era para él una "apertura" a los demás y al mundo».

El ser humano necesita una doble curación: del cuerpo y del alma

Por otra parte, el Obispo de Roma señala que esta historia refleja además, la necesidad que tenemos de una doble curación.

"En primer lugar, la curación de la enfermedad y el sufrimiento físico, para restaurar la salud del cuerpo, si bien este objetivo no es plenamente alcanzable en el horizonte terrenal, a pesar de los esfuerzos de la ciencia y la medicina".

"Pero hay una segunda sanación, quizás más difícil, - dice el Papa- y es la sanación del miedo que nos empuja a marginar a los enfermos, a los que sufren, a los discapacitados".

Al respecto, el Santo Padre advierte que hay muchas maneras de marginar, incluso a través de una "pseudo lástima" que experimentamos por el otro, o con la tendencia directa a eliminar el problema:

"Nos quedamos sordos y mudos ante los dolores de las personas marcadas por enfermedades, angustias y dificultades. Demasiadas veces el enfermo y el sufriente se convierten en un problema, mientras que deberían ser una oportunidad para mostrar la preocupación y la solidaridad de una sociedad hacia los más débiles", añadió.

El milagro de"Effatá": vivir en comunión con Dios y los hermanos

De esta manera, «Jesús nos reveló el secreto de un milagro que también nosotros podemos repetir, convirtiéndonos en protagonistas de "Effatá", de esa palabra "Ábrete" con la que Él devolvió la voz y el oído al sordomundo», afirma el Sucesor de Pedro, asegurando que se trata de abrirnos a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas que sufren y necesitan ayuda, evitando el egoísmo y el cierre del corazón.

«Es precisamente el corazón, es decir, el núcleo profundo de la persona, lo que Jesús vino a "abrir", a liberar, a hacernos capaces de vivir plenamente nuestra relación con Dios y con los demás. Él se hizo hombre para que el hombre, sordomudo interiormente por el pecado, pueda escuchar la voz de Dios, la voz del Amor que habla a su corazón, y así aprenda a hablar, a su vez, el lenguaje del amor, traduciéndolo en gestos de generosidad y entrega», concluye el Pontífice alentando a todos a encomendarse a la Virgen María «que estuvo totalmente "abierta" al amor del Señor»; para que ella «nos ayude a experimentar cada día en la fe, el milagro de "Effatá", y vivir así en comunión con Dios y con nuestros hermanos».

Publicado en RELIGIÓN

En su alocución previa al rezo mariano del Ángelus, el Santo Padre recordó que “dentro de los pliegues de eventos personales y sociales que a veces parecen marcar el naufragio de la esperanza, debemos permanecer confiados en la acción tenue pero poderosa de Dios”

Por eso, dice el Papa, en los momentos de oscuridad y dificultad, no debemos sentirnos abatidos, sino permanecer anclados en la fidelidad de Dios, en su presencia que siempre salva. Recuerden esto: Dios siempre salva, el Salvador.

Jesús compara el Reino de Dios a un granito de mostaza. Es una semilla muy pequeña, pero se desarrolla tanto que se convierte en la más grande de todas las plantas en el huerto: un crecimiento impredecible, sorprendente. No es fácil para nosotros entrar en esta lógica de la imprevisibilidad de Dios y aceptarla en nuestras vidas. Pero hoy el Señor nos exhorta a una actitud de fe que supera nuestros proyectos, nuestros cálculos, nuestras previsiones.

Es una invitación para abrirnos con más generosidad a los planes de Dios, ya sea a nivel personal como comunitario. En nuestras comunidades debemos prestar atención a las pequeñas y grandes oportunidades de bondad que el Señor nos ofrece, dejándonos involucrar en su dinámica de amor, de bienvenida y de misericordia para con todos nosotros.

Publicado en RELIGIÓN

“La tumba vacía de Jesús quiere animarnos a creer y a confiar que Dios «acontece» en cualquier situación y en cualquier persona", dijo el Papa en su homilía de la Vigilia Pascual

“Inmersos en la oscuridad de esta noche y en el frío que la acompaña, sentimos el peso del silencio ante la muerte del Señor, un silencio en el que cada uno de nosotros puede reconocerse y cala hondo en las hendiduras del corazón del discípulo que ante la cruz se queda sin palabras”. Con estas palabras el Papa Francisco inició su homilía de la celebración de la Vigilia Pascual, que presidió en una Basílica de San Pedro envuelta por un ambiente de reflexión, en este Sábado Santo en el cual los cristianos profundizan sobre la Pasión y Muerte del Señor, y esperan en oración velante su Resurrección.
El discípulo de hoy también calla ante las injusticias
 
En alusión a las horas posteriores a la muerte de Jesús, donde el dolor y el miedo paralizaron a los discípulos, “que callaron frente a la injusticia, las calumnias y el falso testimonio que condenó al Maestro”, el Santo Padre planteó un interrogante fundamental, invitando a los cristianos de hoy a preguntarse:

“¿Qué decir ante tal situación?”, puesto que al igual que miles de años atrás los discípulos experimentaron de forma dramática su incapacidad de «jugársela» y de hablar en favor de Jesús, escondiéndose, escapando, callando... (cfr. Jn 18,25-27); también en la actualidad de nuestros tiempos, “el discípulo de hoy permanece enmudecido ante una realidad que se le impone haciéndole sentir, y lo que es peor, creer; que nada puede hacerse para revertir tantas injusticias que viven en su carne nuestros hermanos, un discípulo que vive atolondrado por estar inmerso en una rutina aplastante que le roba la memoria, silencia la esperanza y lo habitúa al siempre se hizo así».
El anuncio más grande la historia: Ha resucitado

Asimismo, el Pontífice explicó que a pesar de nuestros silencios tan contundentes, la piedra del sepulcro gritó y en su grito anunció para todos un nuevo camino.
“Fue la creación la primera en hacerse eco del triunfo de la Vida sobre todas las formas que intentaron callar y enmudecer la alegría del evangelio.

Fue la piedra del sepulcro la primera en saltar y a su manera entonar un canto de alabanza y admiración, de alegría y de esperanza al que todos somos invitados a tomar parte; y así dejar espacio para el mayor anuncio que jamás la historia haya podido contener en su seno: «No está aquí ha resucitado» (Mt 28,6).

“Este es el fundamento y la fuerza que tenemos los cristianos para poner nuestra vida y energía, nuestra inteligencia, afectos y voluntad en buscar, y especialmente en generar, caminos de dignidad: ¡No está aquí…ha resucitado!”, añadió el Sucesor de Pedro destacando el valor de este anuncio “que sostiene nuestra esperanza y la transforma en gestos concretos de caridad”.

La tumba vacía de Jesús nos habla

Por otra parte, el Obispo de Roma, profundizó sobre el sentido del sepulcro vacío de Jesús, que interpela constantemente a hombres y mujeres de todos los tiempos y de todas las generaciones, a no dejarse vencer por la indiferencia y lograr ahondar en el misterio más grande la humanidad:

“La tumba vacía quiere desafiar, movilizar, cuestionar, pero especialmente quiere animarnos a creer y a confiar que Dios «acontece» en cualquier situación, en cualquier persona, y que su luz puede llegar a los rincones menos esperados y más cerrados de la existencia”, dijo Francisco, reiterando que Jesús resucitó de la muerte, “resucitó del lugar del que nadie esperaba nada y nos espera —al igual que a las mujeres que llegaron al sepulcro— para hacernos tomar parte de su obra salvadora”.

El Sentido de la Pascua

El Papa concluyó su homilía recordando que celebrar la Pascua, “es volver a creer que Dios irrumpe y no deja de irrumpir en nuestras historias desafiando nuestros «conformantes» y paralizadores determinismos”; y que por consiguiente “celebrar la Pascua es dejar que Jesús venza esa pusilánime actitud que tantas veces nos rodea e intenta sepultar todo tipo de esperanza”.

Y antes de proseguir con la ceremonia, el Pontífice propuso una cuestión “dirigida a todos allí donde estemos, en lo que hacemos y en lo que somos; con la «cuota de poder» que poseemos”: ¿Queremos tomar parte de este anuncio de vida o seguiremos enmudecidos ante los acontecimientos?

Una pregunta a la que cada uno debe responder, a través de un encuentro profundo con Dios, que en cada Pascua nos desvela el misterio más grande de su amor por la humanidad, un Dios que vuelve a decirnos: “¡No está aquí ha resucitado! Y te espera en Galilea, te invita a volver al tiempo y al lugar del primer amor y decirte: No tengas miedo, sígueme”.

Publicado en NACIONAL

«Los pueblos amazónicos son memoria viva de la misión que Dios nos ha encomendado a todos: cuidar la Casa Común», destacó el Papa Francisco en su primer discurso en el Perú, en Puerto Maldonado

Alabanza al Señor, desafíos y amenazas, diálogo, esperanza, defensa de la tierra y de la vida, el Sínodo para la Amazonia en el 2019.

El alma hecha color y canción de los pueblos del corazón amazónico - pulmón del mundo - recibió al huésped tan esperado.

El saludo de bienvenida del Vicario Apostólico, Mons. David Martínez Aguirre Guinea y el testimonio y saludo del pueblo Harakbut y del pueblo Awajún

Y después de la emblemática entrega de la Encíclica Laudato Si’ sobre el cuidado de la Casa Común, traducida en varias lenguas lugareñas, Francisco pronunció su denso discurso.

El Obispo de Roma quiso saludar a todos los habitantes de la Amazonia y a los andinos, cuyos representantes acudieron también a la cita en el Coliseo Madre de Dios:

«Veo que han venido de los diferentes pueblos originarios de la Amazonia: Harakbut, Esse-ejas, Matsiguenkas, Yines, Shipibos, Asháninkas, Yaneshas, Kakintes, Nahuas, Yaminahuas, Juni Kuin, Madijá, Manchineris, Kukamas, Kandozi, Quichuas, Huitotos, Shawis, Achuar, Boras, Awajún, Wampís, entre otros.

También veo que nos acompañan pueblos procedentes del Ande que se han venido a la selva y se han hecho amazónicos».

Encuentro tan deseado: juntos en el corazón de la Iglesia

    “He deseado mucho este encuentro ¡Quise empezar por aquí la visita a Perú!”

Gracias por vuestra presencia y por ayudarnos a ver más de cerca, en vuestros rostros, el reflejo de esta tierra. Un rostro plural, de una variedad infinita y de una enorme riqueza biológica, cultural, espiritual. Quienes no habitamos estas tierras necesitamos de vuestra sabiduría y conocimiento para poder adentrarnos, sin destruir, el tesoro que encierra esta región, y se hacen eco las palabras del Señor a Moisés: «Quítate las sandalias, porque el suelo que estás pisando es una tierra santa» (Ex 3,5).

La Iglesia nunca dejará de clamar por los descartados que sufren

«Permítanme una vez más decir: ¡Alabado seas Señor por esta obra maravillosa de tus pueblos amazónicos y por toda la biodiversidad que estas tierras envuelven!

Este canto de alabanza se entrecorta cuando escuchamos y vemos las hondas heridas que llevan consigo la Amazonia y sus pueblos. Y he querido venir a visitarlos y escucharlos, para estar juntos en el corazón de la Iglesia, unirnos a sus desafíos y con ustedes reafirmar una opción sincera por la defensa de la vida, defensa de la tierra y defensa de las culturas.

Probablemente los pueblos originarios amazónicos nunca hayan estado tan amenazados en sus territorios como lo están ahora.»

El Papa habló de los distintos frentes que se disputan la Amazonia: el neo-extractivismo y la fuerte presión por grandes intereses económicos que dirigen su avidez sobre petróleo, gas, madera, oro, monocultivos agroindustriales. La perversión de ciertas políticas que promueven la «conservación» de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano. Los movimientos que acaparan grandes extensiones de bosques y oprimen a los pueblos originarios.

Monseñor Barreto: "La visita del Papa reafirma una Iglesia Amazónica"

Imprescindible diálogo y respeto

Tras hacer hincapié en el reconocimiento y diálogo con los pueblos nativos, el Santo Padre reiteró que es «el mejor camino para transformar las históricas relaciones marcadas por la exclusión y la discriminación».

Signos de esperanza

Entre las «iniciativas esperanzadoras», el Papa destacó  las que surgen de las bases y organizaciones de los pueblos originarios, que lejos de ser un «estorbo», son «un grito a la conciencia»:

«Ustedes son memoria viva de la misión que Dios nos ha encomendado a todos: cuidar la Casa Común».

Amazonia reserva de la biodiversidad y reserva cultural, la familia y los ancianos

Con su preocupación por los derrames de hidrocarburos que amenazan la vida de sus familias y contaminan su medio natural, el Papa lamentó también la minería ilegal y la trata de personas: mano de obra esclava y abuso sexual.

Y pidió que sigan defendiendo a los pueblos más vulnerables entre los vulnerables.

Obispos impulsen la educación intercultural

El Papa alentó a los hermanos obispos que perseveren en impulsar la educación intercultural y bilingüe y felicitó «las iniciativas de la Iglesia Amazónica peruana», así como a los jóvenes de los pueblos originarios por los esfuerzos que cumplen.

Misioneros de Cristo comprometidos con los pueblos amazónicos y el Evangelio

«¡Cuántos misioneros y misioneras se han comprometido con sus pueblos y han defendido sus culturas! Lo han hecho inspirados en el Evangelio. Cristo también se encarnó en una cultura, la hebrea, y a partir de ella, se nos regaló como novedad a todos los pueblos de manera que cada uno, desde su propia identidad, se sienta autoafirmado en Él.

No sucumban a los intentos que hay por desarraigar la fe católica de sus pueblos

Cada cultura y cada cosmovisión que recibe el Evangelio enriquece a la Iglesia con la visión de una nueva faceta del rostro de Cristo. La Iglesia no es ajena a vuestra problemática y a sus vidas, no quiere ser extraña a vuestra forma de vida y organización. Necesitamos que los pueblos originarios moldeen culturalmente las Iglesias locales amazónicas.

Ayuden a sus obispos, misioneros y misioneras, para que se hagan uno con ustedes, y de esta manera dialogando entre todos, puedan plasmar una Iglesia con rostro amazónico y una Iglesia con rostro indígena. Y al respecto, me dio mucha alegría escuchar que uno de los trozos de Laudato Si fuera leído por un diácono permanente de vuestra lengua.

¡Con este espíritu convoqué un Sínodo para la Amazonia para el año 2019, cuya primera reunión, como consejo presinodal será aquí, hoy, esta tarde!

Confío en la capacidad de resiliencia de los pueblos y su capacidad de reacción ante los difíciles momentos que les toca vivir. Así lo han demostrado en los diferentes embates de la historia, con sus aportes, con su visión diferenciada de las relaciones humanas, con el medio ambiente y con la vivencia de la fe.

Rezo por ustedes, por su tierra bendecida por Dios, y les pido, por favor, no se olviden de rezar por mí.

                   Muchas gracias.

Tinkunakama (Quechua: Hasta un próximo encuentro).

Publicado en RELIGIÓN
Página 7 de 7