Washington D.C.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este viernes que no descarta la posibilidad de una guerra con Venezuela, al asegurar que ese escenario “sigue sobre la mesa” mientras la administración intensifica la presión diplomática y militar sobre Caracas. “No lo descarto, no”**, dijo el mandatario en una entrevista con la cadena estadounidense NBC News.
La declaración se produce en un contexto de tensiones crecientes entre Washington y el gobierno de Nicolás Maduro, que han escalado en las últimas semanas con la incautación de petroleros sancionados, el bloqueo de buques venezolanos y una operación militar naval centrada en la destrucción de embarcaciones que, según Estados Unidos, participan en el narcotráfico.
Una escalada sin precedentes
Trump ordenó a comienzos de la semana un bloqueo total de los petroleros sancionados que entran y salen de aguas venezolanas, apenas días después de que fuerzas estadounidenses interceptaran un buque cargado con crudo frente a la costa de Venezuela. La Casa Blanca sostiene que estas acciones forman parte de una campaña para cortar los ingresos de redes criminales y narcotráfico presuntamente vinculadas al régimen de Maduro, acusaciones que Caracas rechaza rotundamente.
Además de las incautaciones, desde septiembre EE. UU. ha atacado decenas de embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, lo que, según informes, ha resultado en más de 100 muertes, un número que ha generado críticas tanto en Washington como en la comunidad internacional.
¿Guerra abierta o presión prolongada?
Aunque Trump dejó abierta la posibilidad de un conflicto armado, no detalló un plan militar específico ni confirmó si el objetivo final es la salida de Maduro del poder. “Él sabe exactamente lo que quiero,” aseguró, refiriéndose al líder venezolano, en alusión a una reciente llamada telefónica entre ambos.
Analistas señalan que incrustar oficialmente a Estados Unidos en una guerra requeriría autorización del Congreso, un obstáculo legal significativo que podría limitar la capacidad del presidente para escalar unilateralmente las acciones militares.
Reacciones en la región y el mundo
La postura de Trump ha generado preocupación en varios gobiernos latinoamericanos. El presidente de México, Claudia Sheinbaum, hizo un llamado a la Organización de las Naciones Unidas para evitar un derramamiento de sangre y promover el diálogo ante la crisis, rechazando cualquier intervención militar externa.
Desde Caracas, Maduro ha calificado las acciones estadounidenses como agresiones y actos de piratería, prometiendo resistencia ante cualquier intento de intervención. La ONU y otras potencias están siguiendo de cerca el desarrollo de los acontecimientos.
Impacto político en EE. UU.
La decisión de Trump y su retórica han generado debates internos en Estados Unidos sobre los límites del poder ejecutivo en conflictos extranjeros y el equilibrio entre seguridad nacional y responsabilidad internacional. Legisladores demócratas han criticado fuertemente la estrategia, advirtiendo sobre los riesgos de una escalada militar sin consenso legislativo claro.