•    En Daphnia magna o pulga de agua, hubo declive en su población; en la rata Wistar, modificaciones en su morfología intestinal.

PUEBLA, Pue. - El plástico es un material ligero, barato, fácil de modificar y duradero que permea en todos los ámbitos de nuestra vida, desde botellas de agua, recubrimientos, ropa, bolsas, etcétera. Sin embargo, debido al manejo inadecuado y a la falta de regulación específica, la presencia extendida de micro y nanoplásticos (fragmentos menores a 5 milímetros y por debajo de 0.1 micras, respectivamente) puede generar efectos en el ambiente y en la salud humana.

Karla del Razo López, pasante de la Maestría en Ciencias Ambientales, del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), estudia las consecuencias de este material a nivel micro y nanométrico en dos modelos animales: Daphnia magna (un crustáceo planctónico de cinco milímetros, conocido como pulga de agua) y en la rata Wistar.

En la primera especie, Daphnia magna, hubo declive en su población. “Es común su clonación a partir de los 10 días, cuando alcanzan la madurez sexual ya que todos los ejemplares son hembras. Sin embargo, con la exposición al material sólo se tuvo un neonato por cada hembra, cuando normalmente son entre 7 y 10”. Igualmente se realizaron estudios histológicos; es decir, disecciones o cortes al organismo y se advirtieron daños en el tracto intestinal. Además de disminución del ritmo cardiaco.

En los experimentos realizados con la rata Wistar, se observaron modificaciones en su morfología intestinal y presencia de partículas plásticas en órganos específicos bajo condiciones experimentales controladas. Estos resultados ofrecen información inicial que debe profundizarse antes de establecer posibles implicaciones en la salud humana.

La pasante del ICUAP detalló que en ambos modelos animales la concentración fue muy elevada: 40 miligramos sobre litro. La exposición a los microplásticos fue para Daphnia magna de 20 días y para la rata Wistar, de siete.

La investigación de tesis es dirigida por la doctora Laura Morales Lara, en coasesoría del doctor Raúl Cerna Cortez, ambos integrantes del Cuerpo Académico “Biomateriales, Análisis Ambiental y Sustentabilidad” de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ).

Más adelante, se desarrollarán pruebas crónicas en ambos modelos animales, para observar los efectos de adaptación de los organismos. Además, se propondrán posibles tratamientos.

Sobre la extrapolación de estos resultados en el cuerpo humano, del Razo López explicó que la concentración de polímeros dependerá de su tamaño y de una exposición continua y a largo plazo -entre 30 y 50 años- y tendrían que realizarse análisis exhaustivos en diferentes áreas, como Medicina, Biología y Ciencias Químicas por la complejidad del problema.

Aportar datos cercanos a la realidad

La mayoría de las investigaciones sobre plásticos presentan información de PET, polietileno y polipropileno. Por ello, Karla del Razo López, egresada de la Licenciatura en Ingeniería Química por la BUAP, optó por estudiar el efecto de PVC, para aportar más información al respecto. La primera fase de su investigación consistió en encontrar el material plástico idóneo; en este caso, PVC en forma de película adherible -usado para envolver comida-, el cual se fragmentó en tamaño micro y nanométrico.

Con ayuda del Laboratorio de Innovación y Materiales Aplicados de la BUAP se caracterizó y estandarizó un método para fragmentarlo apropiadamente, sin contaminar la muestra. “Regularmente las micro o nanopartículas se venden de manera comercial. Obtenerlas en el laboratorio fue todo un reto, porque generalmente los materiales plásticos son muy electrostáticos, por lo que vuelan por todas partes y se pegan entre sí. Al final se obtuvieron de un tamaño homogéneo y se ajustan a una curva estadística”, especificó Raúl Cerna Cortez.

“Los estudios con plásticos comerciales son la base de cómo trabajar con estas partículas; no obstante, nosotros queríamos tener información más cercana a la realidad y aportar información de plásticos de segunda generación, que son los fragmentados”, agregó Del Razo López.

Considerando la amplia producción y el bajo porcentaje de reciclaje de plásticos en México resulta relevante fomentar investigaciones que promuevan el desarrollo de materiales sustentables y estrategias para mejorar la gestión responsable de residuos plásticos, fortaleciendo la educación social sobre su uso adecuado.

Por lo anterior, los investigadores de la BUAP resaltaron la necesidad de proponer el desarrollo de materiales sustentables y biodegradables, mejorar la gestión de los residuos poliméricos de un sólo uso y concientizar a la sociedad sobre el uso de los materiales plásticos.

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•    Identifica las especies, analiza sus hábitos alimenticios y ciclo de vida

PUEBLA, Pue. - La producción de alimentos involucra problemas relacionados con el uso de fertilizantes, enfermedades y manejo de plagas. Entre éstas últimas destaca la “gallina ciega” o larvas de Coleópteros: Melolontidos, de las que algunas de sus especies ocasionan daño radicular en más de 40 cultivos alimenticios, lo que provoca desde una apariencia amarilla en las plantas hasta la pérdida total de la cosecha.

Para evitar el efecto nocivo de productos químicos usados para abatir a estos “gusanos blancos”, la doctora Betzabeth Cecilia Pérez Torres, investigadora del Centro de Agroecología del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), estudia su comportamiento biológico, a través de la identificación de especie, hábitos alimenticios y ciclo de vida, para incidir en su reproducción.

Con esta información, la investigadora del ICUAP, especialista en el ciclo de vida de insectos, propone un manejo agroecológico a los productores para ayudarlos a reducir su elevada población.

La “gallina ciega” (Phyllophaga spp) es una larva de escarabajo que se alimenta de las raíces, lo que provoca un estrés hídrico y a la larga la muerte de la planta. Esta plaga es un problema complejo porque involucra diversas especies presentes en el suelo, además su ciclo de vida es muy largo, entre uno y dos años. De ahí la importancia de combinar diferentes métodos de control.

“Como habitan en el suelo hay que hacer cámaras de crías para saber la relación larva-adulto. Para ello, recolectamos las larvas, las depositamos en un recipiente de plástico con suelo del sitio de la colecta, las alimentamos con rodajas de zanahoria y las mantenemos hasta su adultez o viceversa, desde el espécimen adulto hasta llegar a la larva. Un porcentaje de las muestras se colocan en una solución de líquido pampel y después se pasan por etanol para su conservación”, detalló la académica nivel I del Sistema Nacional de Investigadores del Conahcyt.

Betzabeth Cecilia Pérez Torres, doctora en Ciencias Ambientales por el ICUAP, explicó que un método de control de la gallina ciega en estado adulto -los llamados mayates sanjuaneros, escarabajos o temoles, dependiendo de la región que habiten- es colocar trampas de luz fluorescente durante el tiempo de vuelo.

“El método propuesto consiste es usar lámparas tipo embudo que se encienden por la noche, entre las 20:00 y 22:00 horas aproximadamente, horario en el que salen los adultos, los cuales al tener fototropismo positivo son atraídos por la trampa de luz. Debajo de las lámparas se coloca un recipiente con agua jabonosa para que caigan ahí y mueran. Con ello, se reduce el número de hembras ovipositantes”, concluyó la investigadora.

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•    Por su contribución a la Microbiología y a la formación de científicos, la Rectora reconoce su labor

PUEBLA, Pue. - Por su gran legado a la BUAP y a la Microbiología, el Instituto de Ciencias (ICUAP) celebró un ciclo de conferencias en homenaje a la trayectoria académica de la doctora Beatriz Eugenia Baca, que fue inaugurado por la Rectora María Lilia Cedillo Ramírez, quien agradeció su contribución a la formación de cientos de estudiantes, así como su aporte científico.

“Gracias por todo el legado que deja, no sólo entre los que fueron sus incontables alumnos, sino en muchos de nosotros que aprendimos de su ejemplo y tratamos de seguir el rigor científico que siempre la caracterizó, además de esa rectitud en su forma de ser y pensar. Se va, dejando lo mejor de usted en cada acción, en cada clase y en cada seminario que participó”, subrayó.

Este ciclo de conferencias se celebra del 9 al 11 de diciembre en el auditorio del edificio de Posgrado del Centro de Investigaciones en Ciencias Microbiológicas, del ICUAP, cuyos temas versan sobre la relación de microorganismos y plantas, la Biotecnología, las ciencias químicas y la Microbiología, entre otros.

47 años de formar a científicos y docentes

La doctora Beatriz Eugenia Baca estudió la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo, en la Facultad de Química de la UNAM; posteriormente la Maestría y el Doctorado en Ciencias en la Universidad de París VII, en la Facultad de Ciencias, en Francia, donde se especializó en Bioquímica Microbiana.

Durante 47 años ejerció como docente e investigadora de la BUAP, impartiendo materias como Genética Microbiana en el Centro de Investigaciones en Ciencias Microbiológicas, de donde es fundadora. Ha contribuido a la formación de numerosas generaciones de profesionistas, muchos de ellos actuales profesores investigadores de prestigio.

“Ingresé como docente a la BUAP en 1976, adscrita al ICUAP, me asignaron clases en la Facultad de Medicina. En ese momento logramos conformar un pequeño grupo de investigación de 10 alumnas de la entonces Escuela de Ciencias Químicas, con quienes hicimos trabajo en Bacteriología Médica con apoyo del Hospital Universitario, que nos dotaba de las muestras”, recordó.

“Comencé investigando el tema de la resistencia a los antibióticos, de hecho, existen las tesis de aquellas entusiastas estudiantes de Ciencias Químicas. Posteriormente, creamos lo que se llamó el Departamento de Investigaciones Biomédicas, a donde se integraron los doctores en Fisiología Björn Holmgren y Ruth Urbá; así como Jesús Caballero, especialista en Microbiología de Suelo y el doctor Arquímedes Morales Carraza”.

Como grupo de investigación, les fue asignado un laboratorio en el antiguo Hospital de Psiquiatría del HUP: “En esas tardes lluviosas, en las que no podíamos salir porque se inundaba todo, el doctor Jesús Caballero me platicó sobre una bacteria que se asocia con las plantas y produce efectos benéficos, eso me entusiasmó de inmediato y desde entonces me dediqué a estudiar la interacción bacteria Azospirillum-planta (trigo, maíz, etcétera), porque son cultivos a los que este microorganismo les permite producir más granos”, detalló.

Su amor a la ciencia nació desde que era niña, pues reconoce la influencia que tuvieron sus padres, quienes fueron docentes en la UNAM, en el área de Matemáticas: “En este país, la institución más noble es la universitaria. En mi caso, la BUAP me dio la posibilidad de trabajar, de educar a mis hijos y de salir adelante, eso lo agradezco muchísimo. Siempre he dicho que soy puma de nacimiento, pero loba por adopción y convicción. He laborado durante casi 48 años, pero creo que mi cuerpo ya me pide cerrar este ciclo, pero con grandes satisfacciones”.

En este homenaje también estuvieron presentes Jorge Rigoberto Juárez Posadas, director del Instituto de Ciencias (ICUAP); Ygnacio Martínez Laguna, vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado; y José Antonio Munive Hernández, coordinador del posgrado en Microbiología.

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•    La Rectora Cedillo toma protesta a Jorge Juárez Posadas como director electo del ICUAP.

PUEBLA, Pue. - Su calidad educativa, compromiso y vinculación con la sociedad, a través de la solución de diversas problemáticas, son características que distinguen al Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), cuna de la investigación en esta casa de estudios, de la cual derivaron otros institutos, aseguró la Rectora María Lilia Cedillo Ramírez.

Durante el Cuarto Informe de Labores de Carolina Morán Raya y toma de protesta a Jorge Rigoberto Juárez Posadas como director electo para el periodo 2024-2028, la doctora Cedillo resaltó la perseverancia y capacidad del ICUAP para afrontar retos, puesto que cada uno de sus integrantes da lo mejor de sí. “Sé de su trayectoria, sacrificios, cómo han salido adelante, su empeño y entrega con la universidad y la investigación; son un ejemplo a seguir”.

Tras felicitar a los académicos que lograron su permanencia en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Conahcyt, 111, invitó a la comunidad del ICUAP a la unidad y al trabajo en equipo. “Siempre que termina una gestión y comienza otra es un enigma; pero también representa una nueva etapa de compromisos, por lo que confiamos que sea una administración llena de logros”, expresó.

En su cuarto y último informe de labores, Carolina Morán Raya presentó los logros del último año relacionados con el impulso y desarrollo de los grupos de investigación; la consolidación de la oferta educativa; la vinculación, servicios y responsabilidad social; y el mantenimiento de la infraestructura educativa.

Entre éstos, comentó que el ICUAP tiene una planta de 148 académicos, de los cuales 136 son tiempo completo, 10 técnicos académicos y uno medio tiempo; 122 integran diversos cuerpos académicos, 120 tienen perfil Prodep, 115 son del Padrón de Investigadores de la BUAP y 111 están adscritos al SNI; además, la presencia de nueve profesores visitantes y 48 cátedras Conahcyt.

En publicaciones destacó 145 artículos en revistas indizadas, uno en promedio por investigador. Así también, se cuenta con 31 cuerpos académicos: 21 consolidados y 10 en consolidación; los docentes forman parte de 10 cuerpos académicos externos: siete consolidados y tres en consolidación.

Mencionó la colaboración de la planta docente del ICUAP en 31 programas de licenciatura como Biotecnología, Biomedicina, Energías Renovables e Ingeniería Ambiental. La matrícula del periodo Otoño 2024 fue de 391 estudiantes de posgrado: 162 de doctorado y 229 de maestría y especialidad. En titulación fueron 52 de doctorado y 67 de maestría y especialidad.

Morán Raya refirió los esfuerzos realizados para promover la salud emocional de los alumnos, la promoción de actividades de divulgación y de eventos de educación continua, una cartera de 41 convenios vigentes y el mantenimiento de las instalaciones.

En su intervención, Jorge Rigoberto Juárez Posadas, director electo para el periodo 2024-2028, externó su compromiso para fortalecer al instituto, fomentar la investigación interdisciplinaria y establecer alianzas estratégicas.

“Trabajaremos juntos para ampliar las oportunidades para los estudiantes y los investigadores, promover la internacionalización, un clima de respeto y legalidad, así como propiciar la libertad de expresión. Estoy listo para trabajar en equipo y lograr nuestros objetivos”, enfatizó.

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•    Este avance lo consigue el Laboratorio de Bioinorgánica Aplicada del Centro de Química del ICUAP

PUEBLA, Pue. - En el Laboratorio de Bioinorgánica Aplicada del Centro de Química, del Instituto de Ciencias (ICUAP), el doctor Enrique González Vergara y su equipo de trabajo desarrollaron compuestos de decavanadato de metformina para la prevención y tratamiento de obesidad y diabetes tipo 2. Sus resultados han sido patentados y han dado origen a nuevas líneas de investigación para probar su eficacia en melanomas, un tipo de cáncer, así como en enfermedades neurodegenerativas.

El interés del doctor González Vergara por estudiar el decavanadato y los metalofármacos adquiere relevancia científica, pues busca encontrar usos terapéuticos efectivos en cáncer y otros padecimientos. De ahí que su laboratorio enfoque sus esfuerzos en sintetizar distintos compuestos -con decavanadato o compuestos mixtos de cobre y vanadio-, para corroborar su actividad anticancerígena.

El investigador explicó que el ión decavanadato ha demostrado tener amplias funciones biológicas, entre éstas efectos antidiabéticos y anticancerígenos: “Los compuestos de vanadio y los fármacos antidiabéticos (como la metformina) tienen efectos antiproliferativos en células de melanoma”.

Recordó que este trabajo inició cuando buscaron un compuesto con vanadio, un metal de extracción relativamente fácil y económica, además de ser el único elemento de la tabla periódica descubierto inicialmente en México.

Al realizar la síntesis y las pruebas en laboratorio se obtuvieron resultados inesperados: en lugar de compuestos con un solo vanadio, se lograron cristales de un compuesto contenido al ión decavanadato formado por 10 vanadios y 28 oxígenos.  Así, se dieron a la tarea de caracterizar esta interesante estructura.

El objetivo del científico era encontrar ciertas formulaciones que ayudaran en el tratamiento de la diabetes, por lo que de manera experimental inyectaron este compuesto en ratas de la cepa Long-Evans, las cuales se utilizan como un organismo multipropósito en la investigación sobre obesidad.

Fue así como realizó con su equipo de trabajo un experimento con dos grupos muestra. A los dos se les suministró una dieta alta en carbohidratos, pero sólo a uno se le inyectó decavanadato. El modelo animal que no recibió la inyección registró altos niveles de insulina y mayor concentración de grasa.

“El contraste fue notable: se demostró que el grupo al que se le administró el decavanadato no generó niveles altos de insulina, ni de ácidos grasos, a diferencia del que no recibió el compuesto. Lo que reflejó que el modelo funcionó”.

Estos resultados propiciaron nuevos estudios para combinar el decavanadato con metformina, un fármaco antidiabético. Al probarlo en modelos animales se comprobó su eficacia en el control de glucosa en sangre, por lo que fue considerado para el tratamiento de la diabetes y posteriormente patentado en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

Parte de las tareas sustantivas que se desarrollan en el Laboratorio de Bioinorgánica Aplicada es la formación de recursos humanos, quienes llevan el conocimiento adquirido a otros proyectos con impacto. Por ejemplo, el doctor González Vergara refirió que su exalumno Eduardo Sánchez Lara fue el primero en sintetizar el decavanadato.

También destacó que la posdoctorante Irma Sánchez Lombardo ha realizado colaboraciones destacadas con laboratorios de Portugal y España para probar los efectos de la metformina-decavanadato en células de melanoma, donde ha demostrado que este compuesto inhibe la reproducción de células cancerosas.

Para el investigador estos resultados generan nuevas inquietudes para explorar otras líneas de conocimiento, como las que desarrollan sus colaboradores, los doctores Samuel Treviño Mora y Alfonso Daniel Díaz Fonseca, quienes estudian los efectos de la metformina-decavanadato en la neurodegeneración y el reconocimiento de la memoria en un modelo de síndrome metabólico; es decir, que cuando la insulina se dispara y causa problemas, también se afecta el cerebro, por eso la importancia de analizar este compuesto que tiene la capacidad de detener dicho proceso.

De esta forma, en el Laboratorio de Bioinorgánica se abren nuevas vertientes para realizar investigación en diabetes, cáncer y enfermedades neurodegenerativas. Sus resultados son prometedores para tratamientos terapéuticos efectivos.





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•    En el marco del 50 aniversario del Instituto de Ciencias y 10 años de la revista RD-ICUAP

PUEBLA, Pue. - Con el interés de fomentar la vocación científica a través de las imágenes y el ojo crítico de la comunidad universitaria y público en general, el Instituto de Ciencias (ICUAP) y la revista digital RD-ICUAP, de publicación cuatrimestral, entregaron reconocimientos a los ganadores del Concurso de Fotografía Científica RD-ICUAP 2024.

En esta convocatoria participaron 42 personas, quienes enviaron 170 propuestas. Los ganadores fueron: Claudia Michelle Arduser Villanueva; Astrit Castillo Pacheco y José Adolfo Martínez León, primero, segundo y tercer lugar, respectivamente. A su vez, Ana Line García Torres, Carlos Castillo Gasca y Verna Cázarez Ordoñez recibieron mención honorífica.

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•    Preside graduación del Posgrado en Ciencias Ambientales, generaciones 2022 y 2020

PUEBLA, Pue. - Al presidir la graduación de la Maestría y Doctorado en Ciencias Ambientales, generaciones 2022 y 2020, respectivamente, del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), la Rectora María Lilia Cedillo Ramírez aseguró que para cambiar el entorno todos tenemos que contribuir arduamente. “En este caso, ustedes ahora tienen una visión más amplia gracias al posgrado que culminan, el cual se distingue por vincular sus cuatro líneas de investigación para dotar a sus alumnos de una visión amplia e integral de las ciencias ambientales”.

Acompañada del vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado, la directora del ICUAP y secretaria académica de este posgrado, Ygnacio Martínez Laguna, Carolina Morán Raya y Edith Chávez Bravo, respectivamente, auguró a los egresados un futuro exitoso, en el cual plasmarán sus propuestas para cambiar su entorno, superarán retos y compartirán sus conocimientos.

La coordinadora del Posgrado en Ciencias Ambientales, Rosalía Castelán Vega, destacó que estos posgrados -aprobados en 1996- forman científicos con alto nivel académico para desarrollar investigación sobre la problemática ambiental y su enseñanza, desde una perspectiva teórica sustentable y sistémica.

“No dudo que los 19 egresados cuenten con este perfil, además deseo que desde nuestras aulas hayamos formado seres capaces de pensar sintiendo y de sentir pensando, como lo sustentaba el escritor uruguayo Eduardo Galeano”, expresó.

A nombre de los graduados, Karla del Razo López expuso que este camino de años de esfuerzo y solución de adversidades rinde frutos: “Ahora miramos el entorno desde diversos enfoques. Como graduados seremos factores de cambio y contribuiremos a la solución de problemas, como el cambio climático. No dejaremos de luchar por un mundo mejor y marcar la diferencia en la conservación de nuestro planeta”.

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•    Gracias a las investigaciones de la doctora Patricia Lozano Zaraín del Laboratorio de Microbiología Hospitalaria y de la Comunidad

PUEBLA, Pue. - La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2050 la resistencia bacteriana ocasionará 10 millones de muertes. Para hacer frente a esta problemática se creó el Plan de Acción Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, el cual promueve redes de investigación en laboratorios especializados para analizar cepas y optimizar el uso de antibióticos. En esta línea trabaja la doctora Patricia Lozano Zaraín, del Laboratorio de Microbiología Hospitalaria y de la Comunidad, del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP).

A nivel internacional, la resistencia a los antibióticos es un problema grave, debido a que su eficacia se reduce cada vez más. Esta situación impacta de manera particular a los hospitales, sobre todo porque los pacientes internados están inmunocomprometidos, además de tener sondas, sueros y otros equipos invasivos que aumentan el riesgo.

Lozano Zaraín explicó que la resistencia crece por el uso inadecuado de antimicrobianos y la falta de estudios epidemiológicos, lo que impide contener su diseminación, sobre todo en hospitales. Además, a la industria farmacéutica en México le conviene más comercializar medicamentos de uso continuo, que antibióticos, porque son costosos, tardan en salir al mercado y cuando esto ocurre las bacterias ya generaron mayor fortaleza.

Detalló que este proceso ocurre porque las bacterias tienen la capacidad de mutar, ya que sus mecanismos de supervivencia son variados y evolucionan; por ejemplo, pueden cambiar su estructura para no deja entrar al antibiótico o modificar aminoácidos donde actúa el medicamento; también, adquirir genes como las enzimas que hidrolizan el antibiótico.

“Esas enzimas ─que las obtienen a través de un gen que viene en elementos móviles o movilizables, y que pueden ser integrones, transposones y plásmidos─, las adquieren las bacterias y ese mismo gen puede mutar, de tal forma que si expresaba una proteína que hidrolizaba tres antibióticos, modificada actúa sobre cuatro antibióticos o más; es decir, se vuelven más resistentes”, indicó.

Información para un tratamiento adecuado

En cada lugar, las bacterias y sus mecanismos de resistencia son diferentes; de aquí la importancia de estudiarlas. Como parte de su labor, el equipo de la doctora Lozano Zaraín primero conoce cuáles son los genes de resistencia o mutaciones de las bacterias que circulan en los hospitales y después estudian plásmidos, integrones o transposones para determinar el tipo de diseminación.

“El último hallazgo registrado es que determinadas bacterias cuando entran en contacto con el antibiótico secretan microvesículas; es decir, la membrana que las cubre genera una especie de bolita donde lleva genes de resistencia o la misma proteína para protegerse a sí misma y a otras que están cerca, porque esas microvesículas degradan el medicamento”.

Los resultados son reportados a los hospitales solicitantes del estudio, pero también sirven para alimentar la base de datos internacional en Bank-NCBI, donde se registran los nuevos genes encontrados.

De esta forma, el Laboratorio de Microbiología Hospitalaria y de la Comunidad, del Centro de Investigaciones en Ciencias Microbiológicas del ICUAP, ha colaborado con diversos nosocomios públicos, con una mayor concentración de pacientes −más de 50 camas─. Este trabajo facilita la actualización del personal, evita la diseminación de bacterias y promueve la capacitación de recursos humanos en investigación científica.

Refirió que con ayuda del doctor José Luis Gálvez Romero y la química Guadalupe Jiménez obtienen bacterias de estos centros de salud para su estudio. Al proporcionar esa información, los médicos pueden indicar a sus pacientes medicamentos más eficaces y dirigidos al microorganismo causante de la infección.

Un servicio abierto y gratuito

La investigadora comentó que por ética, los hospitales son los encargados de aislar las bacterias de sus pacientes, las cuales toman de sus muestras rutinarias. Luego identifican los microorganismos, para enviarlos al laboratorio de la doctora Lozano Zaraín, todo bajo un estricto protocolo de control que incluye una cadena de custodia del microorganismo.

En el laboratorio universitario se vuelve a hacer el fenotipo de resistencia con más antibióticos y así inicia la búsqueda de nuevos mecanismos de sobrevivencia de las bacterias, tanto bioquímicos como moleculares y estructurales, a fin de obtener resultados que se reportan a los comités de control de infecciones y de antibióticos del hospital, una labor que es posible con recursos de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado, así como del Conahcyt.

“Si se acercan a la universidad y solicitan el análisis de sus bacterias o brotes, no se cobra. Lo que hacemos permite formar a estudiantes, quienes participan en congresos nacionales de manera destacada; además se genera conocimiento internacional sobre lo que está pasando en Puebla en la materia”.

Refirió que este año la alumna de doctorado en Microbiología, Jessica Gómez Martínez, obtuvo el segundo lugar del Premio Nacional de Investigación Clínica en Resistencia Antimicrobiana, con el trabajo: “Comparative genomics of Pseudomonas aeruginosa strains isolated from different ecological niches”, otorgado por la Universidad Nacional Autónoma de México, la Coordinación de la Investigación Científica y el Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes, lo que demuestra el impacto del trabajo que realizan.

Así, además de estudiar la resistencia y virulencia en microorganismos causantes de infecciones nosocomiales, Lozano Zaraín contribuye a la preparación de alumnos de las licenciaturas en Biomedicina, Ciencias Químicas y Biología, así como de la maestría y el doctorado en Microbiología.

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PUEBLA, Pue. - La aparición de los antibióticos suponía la desaparición de los microbiólogos. Sin embargo, de alrededor 5 mil tipos de virus se ha caracterizado menos del 4 por ciento; además, de casi 2 mil especies bacterianas, de un estimado de 300 mil a un millón que existen, y menos del 1 por ciento de las bacterias en los océanos. De aquí la importancia de la Microbiología, ciencia encargada de estudiar a estos seres vivos, refirió la Rectora de la BUAP, María Lilia Cedillo Ramírez.

En el ciclo de conferencias para difundir las ciencias naturales “Del laboratorio a tu bolsillo”, edición 2024, organizado por el Laboratorio de Elucidación y Síntesis en Química Orgánica, del Instituto de Ciencias (ICUAP), la doctora Lilia Cedillo explicó que en todos los lugares se encuentran microorganismos, incluso en los menos esperados, como aquellos con demasiada sal o presencia de metales, por lo que pueden vivir en ambientes extremos.

En su conferencia “¿Qué onda con la Microbiología?”, la Rectora dijo que estos microorganismos gobiernan la Tierra por su abundancia y son los responsables de liberar la mayor cantidad de oxígeno. Generalmente, se agrupan para defenderse de las condiciones del ambiente. Su clasificación es por tamaño, forma, origen, características genéticas y capacidad para causar daño.

La doctora Lilia Cedillo, autora de 55 artículos, 12 capítulos de libros y cinco libros de divulgación científica, comentó que la mayor cantidad de microorganismos en el ser humano se localizan en el intestino y la piel.

Ante estudiantes de posgrado y de la Licenciatura en Biotecnología, reunidos en el auditorio del ICUAP, la académica con más de 39 años dedicados a la docencia e investigación indicó que la Microbiología tiene especial interés en estudiar los microorganismos presentes en el agua, agricultura, aire, alimentos y la medicina.

“En Microbiología médica se dice que el flujo migratorio favorece la aparición de enfermedades emergentes, como dengue, chikungunya y Zika; es decir, la movilidad de las personas propicia la expansión de enfermedades endémicas a todo el planeta, lo cual sucedió con SARS-CoV-2”, precisó.

Asimismo, dio a conocer otros indicadores con respecto a la época de oro de esta disciplina, la utilidad de los microorganismos en la industria de alimentos y su asociación con la fertilidad de los suelos y cambios globales.

En esta conferencia estuvieron presentes Carolina Morán Raya, directora del ICUAP; Alan Carrasco Carballo, iniciador de la propuesta “Del laboratorio a tu bolsillo”; Arturo Fernández Téllez, director de Divulgación Científica de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado; así como investigadores del ICUAP.

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