-En esta junta auxiliar, el Gobierno de la Ciudad modernizó 359 luminarias con tecnología LED, cubriendo el 100 por ciento de su parque lumínico

Puebla, Pue.- En menos de un año, el Gobierno de la Ciudad, encabezado por el presidente municipal, Pepe Chedraui Budib, ha consolidado su compromiso con las juntas auxiliares, logrando la modernización total del alumbrado público en 10 de las 17 con la suma de San Pedro Zacachimalpa, donde inauguró la instalación de 359 luminarias LED, poniendo en orden la capital.

A través de la estrategia Puebla Brilla, impulsada a través de la Secretaría de Servicios Públicos, se logró la cobertura del 100 por ciento con esta tecnología en la junta auxiliar, en beneficio de más de tres mil habitantes de manera directa, además de impactar en la reducción de las brechas de desigualdad en una zona que presenta índices de rezago social.

En su mensaje, el presidente municipal Pepe Chedraui refrendó que su gobierno trabaja para que todas las juntas auxiliares cuenten con un sistema de alumbrado moderno y eficiente, alineado con la visión de la presidenta Claudia Sheinbaum de generar senderos de luz y de paz en cada comunidad.

El secretario de Servicios Públicos, Clemente Gómez Medina, enfatizó que con estos resultados el presidente Pepe Chedraui demuestra que las juntas auxiliares no están olvidadas, sino que son prioridad en la construcción de una ciudad más justa, segura e imparable.

Por su parte la titular de la Secretaría para la Igualdad Sustantiva de Género, Zaira González Gómez, subrayó que  el Gobierno de la Ciudad trabaja mediante esta iniciativa para que las calles de las juntas auxiliares estén bien iluminadas para garantizar la tranquilidad de las mujeres al transitar por diferentes cualidades.

Con calles más iluminadas, seguras y eficientes en consumo energético, San Pedro Zacachimalpa se convierte en un ejemplo del alcance y la rapidez con la que avanza la estrategia Puebla Brilla, que promueve el gobierno de Pepe Chedraui de manera sensible y cercana a la sociedad, trabajando día y noche para que cada comunidad tenga los mismos servicios de calidad.

Publicado en MUNICIPIOS
Miércoles, 21 Diciembre 2016 18:17

Momento de buenos propósitos

Artículo | Algo Más Que Palabras

    Me encanta esta coyuntura de buenos propósitos. Ojalá no fuese un tiempo pasajero y gobernase por entero nuestras vidas. Sin duda, deberíamos poner en práctica, ese retorno a la humildad, al acercamiento de la gente, algo que siempre nos engrandece las vísceras. En demasiadas ocasiones, andamos excesivamente perdidos, degradados e insatisfechos. Este fruto lo propicia en parte, nuestra propia altanería, nuestro endiosamiento y nuestro orgullo. Deberíamos ser más auténticos y transparentes, más de ese Niño que nos nace en el fondo de nuestras entrañas, más de alentarnos el espíritu unos a otros que de alimentarnos el cuerpo, pues cuando uno sacia el alma hasta el vivir se torna mucho más compasivo. En el fondo, no necesitamos nada más que sosegarnos y reencontrarnos con la autenticidad. Lo verdadero es lo que nos exige mirada pura y corazón abierto para acoger y no desechar, y así poder poblar un planeta más de todos y de nadie, con unos moradores conciliados en el amor, reconciliados consigo mismo.

    Es cierto que el momento actual nos aleja de ese verbo conjugado con la luz, pero nos distancia porque nosotros así lo queremos, con nuestras incoherencias en el camino, con nuestras contradicciones de no saber escuchar, con nuestras desuniones e irracionalidades diarias. Bajo este modo de vivir y con esta manera de ser, tan egoísta, nos cargamos cualquier esperanza. Llevados por las emociones nos olvidamos de lo transcendental, de hacer un espacio en nuestro interior, de buscar una ocasión para reflexionar, porque lo importante no son las comidas y las cenas, lo significativo es que tenemos que alegrarnos con los demás, que llorar con los demás; porque, por esta común calzada, tampoco puede ir uno solo, necesita acompasar y acompañar, sentirse alguien para el otro, convivir con el otro, y hasta ser para el otro el latido que necesita, la música que le ilusiona, el hombro que le sostiene. Pensemos que meditar es una forma de conocerse sabiamente. Y conociéndonos, creo que es un buena fórmula para poder cambiar. Sólo hay que volver al relato de ese Niño, al que nadie quiere acoger, obligado a nacer en un establo porque no había sitio en la posada. De ahí nace la inhumanidad, la deshumanización, la falta de estima por nuestra propia especie.

    Por tanto, los buenos propósitos, no pueden estar ligados a una fiesta de derroches, sino a  la tarea de albergar. Los creyentes deben saber que la genuina Navidad, no es un festín más, sino que es una etapa de interiores, de crecer bajo el referente de la pobreza de Dios, que se despojó de sí mismo, tomando la naturaleza de siervo. Los no creyentes han de saber, igualmente, que el real júbilo nace del compartir, del despojarse de uno mismo hasta enternecerse por dentro. Para desgracia nuestra, o sea, para dolor de todos, seguimos encerrándonos en nuestro yo y en el de los nuestros. Nuestras hospederías internas muestran una indiferencia total hacia esos migrantes que se han convertido en las principales víctimas de la trata por parte de los llamados comerciantes de esclavos del siglo 21. "Miles de hombres, mujeres y niños desaparecen de campos de refugiados en Europa y otras partes del mundo”, acaba de participar recientemente al orbe, el director del organismo de la ONU, quien subrayó asimismo la necesidad de una mayor cantidad de recursos para combatir ese delito. Desde luego, las autoridades deberían prestar mayor atención en proteger a cualquier poblado o población y condenar, con mayor firmeza, los atropellos de derechos humanos.

    Indudablemente, el mejor proyecto es el compromiso de cada cual de conservar ese ánimo místico, que nos hace más solidarios, cuando menos durante el mayor tiempo posible. En otro tiempo, los fuegos armónicos celestes y los elementos de la naturaleza, los pastores y los Magos de Oriente apiñados en una continua profesión de obediencia y respeto, dieron al mundo un anticipo de lo que el Creador obra en favor de los seres humanos y en la fortaleza de cada uno. Hoy, en el tiempo presente, también debe unirnos en esa promesa de ser constructores de bien, personas de paz. Pongámonos en el lugar del que sufre o está sin cobijo, por un instante. Justo, por eso, requerimos menos rearmes y más brazos extendidos para convertirnos en una familia, donde todos seamos reconocidos y rescatados para trazar ese itinerario de fraternidades. Nada de rechazos. ¡Siempre con la bondad en el bolsillo!. ¡Siempre!.

Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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